
Década tras década, el actual modelo de desarrollo va desconectando a la población de la tierra y los alimentos que genera. Para mantener ese vínculo, será necesario aplicar políticas que activen un sector primario que no pasa por su mejor momento. La arquitecta abadiñarra Leire Milikua y el ambientólogo zaldibartarra Sergio Gallego aportarán su experiencia en la dinamización del suelo agrario este jueves en Plateruena, dentro de la jornada ‘Oinak Lurrean’.
En su intervención, presentarán herramientas y acciones implementadas en localidades como Zaldibar, Izurtza o Mañaria, para detectar terrenos de alto valor o para ayudar a definir políticas públicas. Pero por encima de todo, se trata de realizar “un diagnóstico profundo y participativo para no trabajar con intuiciones. Hay que saber cuánta comida se consume en la comarca y cuánta se puede producir aquí. E intentar que lo que venga de fuera, sea de lo más cerca posible con los menores costes económicos y ambientales”.
Para esta pareja, uno de los primeros pasos para afrontar este problema es “responsabilizamos del territorio que habitamos”. “Apenas sabemos de dónde procede lo que comemos o en qué condiciones se produce, ni dónde acaban nuestros residuos. Son temas que apenas se han considerado en una ordenación territorial centrada en aspectos industriales o residenciales. Y esta forma de actuar no es sostenible”, defienden.
Visión integral
Como ejemplo, citan la situación de los fondos de los valles —“precisamente la tierra de mayor calidad”— que se han ocupado con viviendas, fábricas o infraestructuras. “Esto ha provocado que la actividad agraria haya subido de cota y que muchas zonas destinadas a ganadería se hayan convertido en pinares”, describen.
“No decimos que no haya que generar estructuras de todo tipo, sino que en esa visión integral que planteamos se tengan en cuenta todos los sectores, para que todo encaje. Si no, se pasan por alto aspectos importantes y se genera este desequilibrio del que ahora pagamos las consecuencias”, lamentan. “Podemos mantener este modelo, pero creemos que no es el camino. Si seguimos así, en 20 años desaparecerá el paisaje tal y como lo conocemos. No habrá prados si no hay animales que pasten en él y solo veremos cemento, zarzales y pinos”.
Acceso a la tierra
Activar el sector primario no será “fácil ni rápido”, pero Milikua y Gallego plantearán este jueves una serie de propuestas. “Hacen falta políticas que apoyen al pequeño productor y le faciliten infraestructuras de transformación comarcales. Y también hay que potenciar la compra pública de producto local para comedores, dinamizar las plazas del mercado, flexibilizar la normativa agroalimentaria o generar planes de formación y empleo”, enumeran. “Y por supuesto, un cambio en la mentalidad del consumidor, que debe favorecer este modelo de producción”, añaden.
Pero uno de los aspectos más importantes a abordar es el acceso a la tierra. “Nos encontramos con la paradoja de que no hay relevo generacional en las explotaciones tradicionales, pero los jóvenes que quieren dedicarse al sector no pueden disponer de terreno”, sostienen. “Aunque estamos en un punto de inflexión ya que, tanto por la crisis como por un cambio en la normativa municipal, se ha rebajado la presión especulativa y puede haber propietarios dispuestos a destinar sus terrenos a fines agrícolas o ganaderos”.
Milikua y Gallego consideran que iniciativas como la jornada de este jueves son un “pilar fundamental”, ya que se enfocan a escala local. “Los ayuntamientos son el órgano de decisión más cercano y sus decisiones pueden provocar efectos más rápidos”, explican. De no tomar medidas, las consecuencias comenzarán a sentirse pronto.
Más información: oinaklurrean.wixsite.com