
Txintxaun Kolektiboa intentará esclarecer, con su habitual sentido del humor, el crimen perpetrado en la obra ‘75 puñaladas’, que el grupo de teatro estrenará en la casa de cultura de Berriz el próximo 25 de mayo. La compañía promete risas, giros inesperados y muchas sorpresas.
El actor de Durango y residente en Berriz, Andoni Ruiz Larringan ‘Txululu’, y el elorriarra de adopción Iván Mestraitua se subirán al escenario bajo la dirección del también durangarra Aitor Aresti para adaptar este trabajo del argentino Martín Giner que “encontraron” en Internet.
“Hace unos 5 años, estábamos buscando guiones interesantes para nuestros siguientes proyectos y entre ellos apareció ‘75 puñaladas’, aunque estaba incompleto”, relata Mestraitua. “Tras ponernos en contacto con él, nos cedió el texto para su representación”.
“Giner es un escritor profesional de obras teatrales, algo muy difícil de encontrar a día de hoy”, resalta ‘Txululu’. “Así que le echamos mucha ‘jeta’ y le explicamos nuestra situación, ya que los derechos de la obra los tiene una compañía valenciana”. El autor argentino no sólo cedió el guion a Txintxaun, sino que les envió más textos para futuras representaciones. “Ha demostrado ser muy buena gente y muy cercano”, destaca.
Lo que más les atrajo de ‘75 puñaladas’ fue “su humor y su lenguaje, con una trama absurda, pero con muchos giros interesantes e inesperados. Es una obra que sorprende bastante”, describe Aresti.
Humor e ironía
El argumento se centra en la investigación de un asesinato en una mansión inglesa a cargo de un detective de Scotland Yard. “Poca más se puede contar, porque todo empieza a complicarse desde el minuto 2”, advierten.
El proceso de adaptación comenzó el pasado septiembre, “empezando por ahondar en los personajes y sus motivaciones. Y, a partir de ahí, ir haciendo crecer a la obra junto con la trama”, especifica Mestraitua. En esta evolución, a pesar de ceñirse bastante a la idea original “también se van incorporando matices propios de nuestra cosecha”.
‘75 puñaladas’ entra así en el repertorio de Txintxaun Kolektiboa. Una decisión importante, al tener en cuenta todo lo que implica integrar una obra que será representada durante varios años por esta compañía amateur que pronto cumplirá 20 años.
“Nos vamos adaptando a los nuevos tiempos y a las personas que componemos el grupo. Pero lo que tenemos claro es que, para elegir un texto, nos debe atraer a todos”, comenta ‘Txululu’. “Nos gusta mucho el humor, la ironía, el clown, lo social… es un conglomerado de cosas que hace que un trabajo se ajuste a nosotros y pueda encajar”.
Además, al ser una modesta compañía aficionada, tienen más libertad para “escoger lo que queremos, sin sentir la presión del mercado ni de llegar a cierto número de representaciones para recuperar la inversión”, coinciden. “Somos libres para hacer lo que nos apetece”.
Puerta a puerta
Ser pequeños, por otro lado, les dificulta entrar en los circuitos teatrales, “máxime cuando no tenemos ni representante. Tenemos que ir puerta a puerta ofreciendo nuestro producto, de una manera personal y artesanal”. Muchos grupos para muy pocas salas, lo que llega a provocar que “hasta en el teatro amateur se den muchas puñaladas”.
“Hay una gran lucha de egos”, confiesan. “Es un ambiente complejo provocado por un mercado muy difícil, en el que si no eres conocido te encuentras con pocas opciones. Además, los teatros suelen ir a tiro fijo –algo normal, ya que viven de ello– lo que reduce las posibilidades a los amateurs. Al final, todos peleamos por lo mismo, que es actuar, lo que provoca que la falta de compañerismo a veces sea muy evidente”.
El próximo 25 de mayo, a las 19.00 horas, se iniciará el viaje por los escenarios de la versión de Txintxaun de ‘75 puñaladas’, con varias representaciones más aseguradas: una repetición en Berriz de cara al curso que viene y en Traña-Matiena, posteriormente. “Nuestra intención es actuar también en Durango, a la que estamos muy vinculados. Así que habrá que ir a tocar algunas puertas”, adelantan.
El asesino siempre es el mayordomo y la culpa se le echa al gato. ?
Los compañeros de Txintxaun tienen mucha razón en eso de las puñaladas… Hay demasiado menosprecio por el trabajo de los grupos de teatro de base. Cuando alguien monta una obra, la que sea, invierte mucho trabajo y esfuerzo (e ilusión, claro) pero es con el fin de mostrarla en un escenario. Por parte de los responsables de cultura de las administraciones, de todas y especialmente las locales, el apoyo es muy dispar, llegando incluso al desprecio (hay responsables políticos que ni contentan y técnicos de cultura y responsables de programación que tienen como máxima "teatro amateur NO se programa).
Cómo en todo, el elemento humano es fundamental, en Berriz lo estamos notando.