“El conjunto megalítico de Iturzurigana-Probazelaiburu es, en estos momentos, uno de los monumentos más occidentales” de esas características y su hallazgo permite establecer “una de las secuencias funerarias megalíticas más largas de la Prehistoria reciente de Bizkaia”. En esas dos cuestiones radica la importancia del proyecto arqueológico que han desarrollado en el monte Oiz por Agiri Arkeologia Taldea y promovido por los ayuntamientos de Berriz y Mallabia.
La investigación desarrollada bajo la dirección del arqueólogo Juan Carlos López Quintana, ha permitido descubrir “una secuencia funeraria prácticamente completa”, es decir, que se ha sucedido en el tiempo y que “en nuestra zona pude durar en torno a los 4.000 años”. Se trata de tres dólmenes, una cista ubicada en Probazelaiburu que tiene al lado un círculo de piedra, y un círculo de piedra situado en Iturzurigana.
Los primeros monumentos de la secuencia a la que se refiere López Quintana, son dólmenes que se remontan al Neolítico, que son los más grandes, y cuya finalidad era la de marcar un territorio determinado. Su característica principal es que “son monumentos de inhumación colectiva; es decir, donde se entierra los cadáveres de una colectividad” y concreta al matizar que se trata de “dólmenes pequeños, de cámaras de piedra, que se convierten en panteones”.
Rituales de incineración
Este período, que empieza a finales del quinto milenio antes de Cristo y se prolonga durante el cuarto y el tercer milenio. En el segundo milenio se desarrolla otro tipo de inhumaciones, que se caracterizan por “realizar los enterramientos de forma individual y para ello se comienzan a construir cistas, que son cámaras funerarias de dimensiones más reducidas”.
En el primer milenio antes de Cristo, se inicia el ritual de la incineración que se difunde rápidamente desde el centro de Europa, uno de los aspectos destacados de los hallazgos que han realizado en Oiz los integrantes de Agiri.

Ese tipo de enterramientos, caracterizados “por la incineración de los cadáveres y por depositar los restos en un crómlech (círculo de piedra), es una técnica que se utilizaba en un área que abarcaba desde Andorra hasta el río Leizaran”, aunque hace una década se hallaron círculos de incineración en Aralar y “ahora se ha ampliado el área hasta Oiz, donde nuestro grupo ha encontrado las estructuras de dos círculos con datación de la Edad de Hierro más occidentales, aunque no hemos encontrado huesos humanos”.
Estas investigaciones a las que el equipo de Agiri ha denominado ‘El monte Oiz: cuatro milenios de prácticas funerarias, espacio sagrado y referencia territorial a lo largo de la Prehistoria reciente’, “no suponen cerrar nada, sino que se nos abre una puerta para seguir mirando con los ojos muy abiertos porque seguramente vamos a realizar nuevos hallazgos”. De hecho, afirma que “en arqueología se cierran muy pocas cosas”.
Visitas guiadas
Los hallazgos realizados por el equipo dirigido por López Quintana podrán ser observados el próximo domingo durante las visitas guidas que se han organizado tanto desde Berriz como desde Mallabia, que partirán desde la plaza Elizondo a las 9.30 horas y desde la ermita del barrio Zengotita a las 9.30 horas, respectivamente.
Tras esas visitas a los monumentos megalíticos, que han quedado visibles por la labor de excavación desarrollada por los arqueólogos, volverán a ser tapados con la misma tierra que tenía “para que se genere el proceso de cohesión que existía” con anterioridad. Es decir, que mediante esa actuación se pretende “que se genere una capa importante de hierba para que proteja el monumento de la erosión, de la lluvia,…”.
En estos momentos los elementos hallados están vallados “para que no puedan ser pisados por el ganado” y el Gobierno Vasco ha colocado hitos que reconocen que se trata de un Bien de Interés Cultural, al tiempo que los integrantes de Agiri realizarán un seguimiento de la capa de hierba, “porque si los dejas visibles al 100% como están ahora, desaparecerían como se ha demostrado en varios casos”.
Pero quienes están interesado en conocer la riqueza arqueológica existente, López confía “en que en un par de años contemos con una ruta señalizada en Oiz, que permita visitar y contemplar estos monumentos que estarán en buenas condiciones de conservación”. Con esa finalidad se colocarán en la zona carteles explicativos, señales y se habilitarán enlaces a través de las páginas web de los Ayuntamientos de Berriz y de Mallabia desde donde se podrán descargar tracks, folletos informativos o códigos QR que permitirán realizar consultas in situ a través del teléfono móvil.