Como cada primer domingo de octubre, Elorrio celebró ayer su fiesta de Errebonbillos, único alarde de armas de Bizkaia. Aunque la lluvia deslució algo la representación, la localidad volvió a demostrar su interés en cuidar esta tradición para disfrute del público.
Entre los espectadores se encontraba el concejal de deportes Daniel Palacios, que participó durante muchos años como atabalero con los txistularis. “Al no ser una fiesta asociada a la juerga, el público no participa tanto, pero es una tradición muy bonita, sobre todo para la gente que toma parte. Se disfrutan mucho más desde dentro”, comentó.
Tras la sesión matutina de salvas, el alarde volvió a recorrer las calles de Elorrio por la tarde. Los participantes escogieron sus mejores galas para la ocasión y tras usar sus armas por la localidad recalaron en la plaza para finalizar el acto mostrando sus dotes como dantzaris, con la colaboración de varios asistentes.