
Desde que ganó el popular Concurso de Monólogos organizado por el bar Basoa de Matiena hace cinco años, el durangarra Mariano Estudillo no ha parado. El polifacético joven de casi 21 años que protagoniza un anuncio de televisión de una conocida marca de detergente, compagina los estudios de Interpretación en la Escuela Bululú 2120 de Madrid con “cualquier propuesta que salga”. “Si no sale trabajo, hay que crearlo”, matiza sin remilgos.
Televisión, publicidad, teatro, monólogos o dirigir. Este joven actor durangarra no se amilana con ninguna propuesta que le pongan sobre la mesa. Es más, está dispuesto a mostrar su desparpajo allí donde le den una oportunidad para demostrar que lo suyo le viene de serie. “Desde muy pequeño tenía claro que quería dedicarme a la interpretación”, asegura.
Con tan solo 15 años se subió a un escenario en el bar Basoa de Matiena y dejó boquiabierto al jurado con su soltura, frescura y desparpajo. Ganó el concurso de monólogos y volvió a convencer dos años más tarde. Aquel joven, todavía inexperto, apuntaba maneras.
Su primera incursión en la televisión ha llegado con un anuncio de un conocido detergente, donde interpreta a un joven planchando que asegura que su camisa “es un imán para las churris”. “Conseguí un representante a través de una agencia y fui a un casting. Tras dos pases me eligieron para el anuncio. Estaba un poco nervioso, pero tuve buena suerte”, adelanta.
Aunque desde muy pequeño tenía claro por dónde encaminar su trayectoria profesional, el primer contacto con el mundo de la interpretación fue en el taller de teatro del Instituto de Durango con tan solo 15 años, animado por su profesor y miembro de la compañía de teatro Geroa, Luis Blzquez.
Con Paco Obregón
Desde que estudia en Madrid, ha participado en dos obras de teatro, una de ellas en una adaptación del “Tartufo”, dirigida por el también durangarra Paco Obregón, y en la “La noche de Massiel” de Marcelo Soto en el Microteatro de Madrid.
Aunque asegura que no tiene tiempo para aburrirse, es consciente de la situación que atraviesa esta profesión en estos momentos. “En este mundo siempre hemos estado en crisis y estamos acostumbrados. Pero hay que buscar el trabajo hasta debajo de las piedras. Si no lo buscas, lo creas. No podemos estar parados”, asegura.
No obstante, las aspiraciones de este joven durangarra pasan por “intentar vivir de esto”. “Escribo mis propios monólogos, he realizado cursos de dirección de cortometrajes. En definitiva, me gusta contar historias y también me gustaría dirigir”, matiza este polifacético artista.
De momento, el próximo18 de octubre tiene un bolo en casa y actuará en un Concurso de Monólogos del New Step de Durango.
¡Animo chaval y mucha suerte, te la mereces. No hay como ser joven!