La noche del pasado 6 de marzo es una fecha que Rebeca Díaz Mardaras difícilmente olvidará. Se despertó sobresaltada, de madrugada, con el crepitar de las llamas de la lonja juvenil que tenía bajo su vivienda, en el número 13 de Txibitena, y un humo “muy negro” que se había colado ya por las rendijas de las ventanas. En esos momentos también estaban en casa tres de sus cuatro hijas y su compañero, Joaquín.
Llamaron rápidamente a los servicios de emergencia y no pasó mucho tiempo antes de que llegaran agentes de la Policía Municipal con extintores y varios camiones de bomberos. La familia tuvo que recibir atención sanitaria, pero lo peor de todo es el cuadro de ansiedad con el que se presentaron en el hospital.
Un sentimiento de tensión y malestar que les había acompañado los últimos cuatro meses –desde que el local fuera ocupado por un grupo de jóvenes– y que se había acrecentado en las últimas semanas hasta obligarle a coger una baja en el trabajo. “Al principio no podíamos dormir por los ruidos, la fiesta y las voces que se pegaban unos a otros. Había mucha violencia verbal, pero lo peor llegó al intentar hablar con ellos. A Joaquín le insultaban y escupían, yo les escuchaba gritar desde casa: “puta, puta, la vecina del primero”, metían la moto dentro del local y pegaban continuos acelerones…”.
Rebeca trató primero de hablar con el dueño de la lonja y la madre de uno de los chavales, todos ellos menores de edad, pero considera que la actitud que tuvieron con ella dejó mucho que desear. También se puso en contacto con el Ayuntamiento de Durango, la Ertzaintza y la Policía Municipal, pero la burocracia le llevó de un mostrador a otro en uno de esos infructuosos viajes del ‘vuelva usted mañana’.
El miedo de sus hijas
Al día siguiente del incendio, la administración local decidió clausurar la lonja, pero esta madre durangarra considera que la medida ha llegado tarde y es insuficiente. Tal es así que ha recurrido a la vía judicial para hacer valer sus derechos y ha emprendido una cruzada para que el Ayuntamiento elabore lo antes posible una ordenanza similar a la que hay en otros municipios vascos.
“Llamé para advertirles de que había oído a los chavales hablar de dar fuego a la lonja ese mismo día, pero he tenido que ver cómo han estado a punto de quemar mi casa para que se hayan decidido a hacer algo”, cuestiona. A su entender, es urgente que se regulen este tipo locales “para que nadie pase la angustia y el infierno que hemos vivido nosotros. Es un sufrimiento que no te lo puedes ni imaginar porque ves el miedo de tus hijas en sus ojos. Ellas ya no querían ni ir a dormir”.
Iker Urkiza, teniente de alcalde de Durango, ha reconocido que para el Ayuntamiento la ordenanza no es una “prioridad” en estos momentos ya que los problemas son ocasionales y prefieren dar respuesta de forma individual. Urkiza ha explicado además que, en el caso de la lonja de Txibitena, el espacio no cumplía los requisitos.
En primer lugar mi solidaridad a la afectada y su familia, ya que los entiendo perfectamente por tener una lonja juvenil en el portal.
Aunque no se ha llegado a ese extremo, las molestias son constantes.
Vivo en un municipio de Gipuzkoa que tiene una ordenanza que regula las lonjas juveniles, pero no sirve absolutamente de nada, ya que el Ayuntamiento no hace cumplir dicha ordenanza.
Tras varias quejas lo único que he conseguido han sido miradas y palabras amenazantes de los jóvenes e incluso del propietario de la lonja.
La permisividad del Ayuntamiento hacia la lonja es total, están de día y noche, se consumen todo tipo de sustancias, el volumen de música es altísimo en un local que no está insonorizado, etc,. etc.
El verano de 2020, cuando deberían estar cerrados estos locales por la pandemia, con las sociedades gastronómicas cerradas y los bares con restricciones horarias, los locales estaban abiertos de día y de noche.
Y los vecinos tener que ªj…nos" con sus escándalos.
La conclusión a la que he llegado es que los vecinos que cumplimos con todas nuestras obligaciones tenemos muchos menos derechos que los jóvenes de las lonjas juveniles. ¿Será por los votos que les dan sus padres?
Si los componentes del Ayuntamiento tuvieran una lonja así en sus casas tengo claro que se haría cumplir la normativa.
También tengo muy claro que mi voto no lo van a tener nunca más.
La verdad entiendo que esa chica y su familia han pasado una temporada muy mala, mientras nuestros hijos, amigos de nuestros hijos, etc disfrutaban. Si todos pasariamos lo que ha pasado esa familia, pensariamos de otra manera. Hay que respetarnos, cuando yo estoy de fiesta otros estan durmiendo. Un poco mas de respeto y pensemos en los demas, aunque solo sea un poco.
En mis tiempos teníamos "una lonja" juvenil debajo de un sauce y también en Ezkurdi pasábamos muy buenos ratos echando pan a los patos. Por las noches a las 10 en casa y si no detrás de la puerta estaba nuestra madre con la zapatilla. Hemos salido sanos, cultos, formales y trabajadores.
comentario para kira. lo absurdo de tu pensamiento. lo que se habla ahora es el tema es de regular las lonjas juveniles, no se porque tiene que comentar otros problemas como los patinetes, perros, bares etc, si todos hablamos de los problemas que hay en el mundo no tendríamos cabida en este periodico.
Las lonjas juveniles ya tienen una regulación en todo Euskadi. Que hagan una especifica en Durango no va a hacer que la burocrácia haga los que hace siempre, que lo que es lógico tarde meses en cumplirse. ¿Cuántos años estuvo ocupado el gaztetxe? ¿Cuántos años tardó el ayuntamiento en echarles? Bastante más de 4 meses. Pero esto es el mal que nos trae este sistema legal.
la dejadez en esto de las lonjas es igual a la dejadez en el resto de los asuntos municipales.
La ordenanza como va a ser una prioridad cuando las elecciones llegan dentro de nada.
Haciendo un absurdo, en el piso hay 2 personas que votan en las elecciones municipales, en la lonja tienes al menos al propietario, la madre de ese chaval, el chaval, el resto de los de la lonja…… asi que por mayoría de votos gana que los de la lonja puedan molestar al vecindario.
Así que nuestros representantes municipales cuentan de donde les vienen más votos y se les da permisividad. Pero como en esto en todo.
NORMATIVA YA, pero no a nivel municipal sino de toda la comunidad vasca.
Es increible que para abrir un negocio en estas lonjas haya que cumplir imnumerables requisitos y para estar ocupada como un "txoko" no se les pida nada.
Ni permisos de habitalidad, seguridad y horarios de estancia asi como el nivel de decibelios que tienen que soportar los vecinos.
Lo dicho, normativa YA.
permiso de habitabilidad=si o no
licencia de actividad = si o no
ya está, es muy sencillo. Se tramita la denuncia del local ante el concejal-funcionario oportuno con nombre y apellidos, si no hace su trabajo denuncia contra el susodicho.
Esto es parecido a las bicicletas y patinetes eléctricos por las aceras y la dejadez del funcionario responsable de poner coto a esas barbaridades. Lo mismo se podría decir de los dueños de perros que los llevan sueltos, los barriles y taburetes de los bares ocupando las aceras….. todo dejadez del funcionariado del ayuntamiento, al que pagamos un dineral por NO hacer su trabajo bien.
Y al final la dejadez del funcionariado y políticos del ayuntamiento, no del ayuntamiento porque eso es un organismos, es la que genera este tipo de problemas y otros.