En la noche del Viernes Santo, Durango tiene una cita con su historia y con la de la Cofradía de la Vera Cruz, fundada en 1435. La procesión del Silencio, uno de los actos religiosos más antiguos que se celebra en la localidad, volverá a recorrer el trayecto entre el antiguo convento de las Carmelitas en Intxaurrondo y la Basílica de Andra Mari con sus pasos principales a hombros.
Quedan pocos días para el desfile, pero desde la organización siguen buscando costaleros. Así lo reconoce Victoriano Pérez, secretario de la cofradía. “Solemos intentar que salgan los siete pasos principales, pero va a depender mucho del número de personas que estemos”. Según sus cálculos, para cada paso se necesitan veinte personas –“para algunos más y para otros menos, pero esa sería la media”–, por lo que confían en poder reunir finalmente a unos 140 anderos.
“Estamos esperanzados porque el responsable de la unidad pastoral de la zona nos ha comentado que es probable que venga un grupo de senegaleses que se sumaría al de los ecuatorianos que llevan ya tiempo en la procesión”. También con el propósito de hacer extensiva la invitación a otros durangarras, la Cofradía abrirá hoy y mañana por la tarde, de 16.00 a 19.00 horas, las puertas del convento de las Carmelitas para que la gente pueda acercarse a admirar los pasos. Durante esos días aprovecharán además para decorarlos con flores.
El manto de la Dolorosa
Entre las joyas de incalculable valor patrimonial que exhibe la procesión se encuentran la talla del Nazareno, que fue encargada a un durangués hacia 1920 y es la única esculpida en la villa; el paso de la Verónica, de los más pesados al incluir cuatro figuras; el Santo Sepulcro, y la Dolorosa. De esta última escultura destacada el manto confeccionado en terciopelo sifón y bordado en oro por las monjas de San Francisco en los años 30.
Si el tiempo no lo impide, y bajo el ritmo de las marchas procesionales interpretadas por la Banda de Música, los pasos partirán el viernes a las 22.00 horas de Intxaurrondo. Será el segundo desfile religioso del día tras el vía crucis de las ocho de la mañana entre la iglesia de Santa Ana y Tabira.
Yo puedo hacer de voluntaria si se me permite y con el permiso de ustedes,