La concentración mensual de Andereak, que tendrá esta tarde, a las 18:30horas, en Andra Mari, denunciará la aplicación del falso Síndrome de Alienación Parental (SAP) en las custodias por separación de los progenitores.
Desde la asociación contra la violencia machista sostienen que “el falso SAP causa graves daños psicológicos, no sólo a las madres, que es a quienes se castiga con este falso diagnóstico, sino a las criaturas que se niegan y a las que obligan a estar con sus padres. Estas criaturas no son escuchadas y se toman decisiones en contra de su bienestar apelando a un supuesto interés superior del menor”.
“Es algo –añaden desde Andereak– que madres coraje como Irune Costumero y otras muchas vienen denunciando desde hace tiempo sin que sus gritos de protesta sean escuchados”, a pesar de que las relatoras de la ONU llevan tiempo advirtiendo de que las decisiones judiciales y administrativas relacionadas con el SAP violan los derechos humanos de las criaturas y las madres.
La asociación durangarra destaca además que la Red de Resistencia Contra el SAP, plataforma apoyada por decenas de organizaciones vascas y particulares, va más allá y asegura que “en virtud del falso síndrome se están otorgando custodias a los padres acusados y/o condenados por violencia machista o incluso abuso sexual infantil”.
“Muchas mujeres han sido condenadas por intentar proteger a sus hijas e hijos y han entrado en prisión, como María Sevilla. Reclamamos el indulto para ella y también para María Salmerón y Juana Rivas”.
Apoyo a las víctimas
Desde Andereak aseguran que quieren concienciar a la sociedad sobre este grave problema de violencia institucional y quebrantamiento de los derechos humanos, y exigen que se cumplan las recomendaciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y de la ONU para que se deje de aplicar este falso síndrome en juzgados, servicios sociales y otras instancias.
Por todo ello, exigen a todas las instituciones que apoyen decididamente a las víctimas y, además, reclaman que aumenten los presupuestos para formar en igualdad a todas las personas involucradas en los procesos de determinación de custodias, pues, “mientras la misoginia siga incrustada en las mentalidades, la violencia contra las mujeres no tendrá fin”.