La Cruz Roja interrumpe el pregón para atender a una chica mareada

Viendo tan cerca a los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja, la mujer no se lo ha pensado dos veces. Ha empezado a agitar sus brazos y llamar la atención de las personas que se encontraban en el balcón consistorial para que alguien acudiera a atender a una joven (presumiblemente su hija) que estaba mareada. El gentío era tal que al hombre que portaba en brazos a la chica le resultaba difícil poder moverse por la plaza.

Nada más percatarse de lo que estaba ocurriendo, el presidente de la Cruz Roja-Durango, Juan Antonio Heredero, ha interrumpido el pregón y un grupo de voluntarios que se encontraban en la plaza se ha acercado inmediatamente hasta la joven para prestarle los primeros auxilios.

Para entonces, Heredero y Maite Baraiazarra, la voluntaria encargada del discurso en euskera, también habían tenido que improvisar frente al micrófono unas palabras de última hora sobre una niña perdida. “Cosas del directo”, se han limitado a señalar sobre el accidentado txupinazo.

La Cruz Roja-Durango ha aprovechado el pregón para recordar que “humanidad”, “imparcialidad”, “neutralidad”, “independencia”, “carácter  voluntario”, “unidad” y “universalidad” son principios que les caracterizan y que “parece que están perdiendo su sentido en la sociedad actual”.

Es por ello que han pedido a todo el municipio que “no se olviden” de las personas refugiadas “que tan duros momentos están viviendo” y también han reclamado que no se den discriminaciones “por motivos políticos, de religión, raza o sexo”. Para terminar con el “No es no”, han expresado “su más sincero deseo” de que no se tengan que parar las fiestas “por agresión sexista  alguna”.