La Cultural reclama medidas para corregir el deficiente estado del campo de Tabira

La Cultural de Durango empieza a impacientarse. Las incesantes lluvias de la pasada semana han hecho que el fútbol sea impracticable en un campo como el de Tabira, con un uso intensivo debido a los cerca de 700 jugadores que entrenan a la semana allí. Desde el club durangués reclaman medidas urgentes.

La situación viene de lejos. El presidente del club durangués, Fernan Bilbao, hace hincapié en que en los últimos años se han quejado varias veces ante corporativos y responsables de Durango Kirolak del “penoso estado” del campo de fútbol, pero sin obtener respuesta.

Un análisis somero detecta que el césped de Tabira está muy gastado. A sus diez años de vida se le añade el hecho de su utilización intensiva, con 35.200 usuarios anuales. “Si lo normal es que los campos de hierba artificial tengan fibras de cinco centímetros, las de Tabira no pasan de un centímetro”, aclara Bilbao.

Como consecuencia de ello, la banda más alejada de la tribuna tiende a encharcarse, frenando continuamente el esférico. Las balsas de agua se producen en cada partido, nada más regarse el campo. “Necesitamos regarlo porque cuesta mucho jugar con ese césped y el agua, al menos, mejora la circulación del balón. El problema es que esa zona no traga bien”.

Más lesiones

Aunque la Cultural advirtió a los responsables municipales de esa deficiencia hace más de un año, ésta no ha sido subsanada por el momento. Lo mismo ocurre con las líneas que delimitan las áreas, el centro del campo y las bandas, que apenas se ven debido a la pérdida de fibras. Tanto es así que varios árbitros han hecho constar esta circunstancia en sus actas.

También preocupa en el club durangués el incremento de lesiones que se suele producir cuando el césped no está en buen estado. De hecho, la hierba artifcial del campo de fútbol 7 de Landako se renovó hace más de un año por ese mismo motivo. Con el de rugby pasó lo mismo anteriormente.

Pagar por jugar los domingos

Estas no son las únicas quejas de la Cultural de Durango. Su presidente lamenta que, en su día, no contaran con ellos a la hora de diseñar el campo de fútbol 7 de Tabira ni al tomar la decisión de qué vestuarios usarían los escolares. “Todos los equipos utilizan los mismos y, claro, están sobresaturados”, aprecia. “¿No sería más fácil acondicionar los del polideportivo de Tabira para algunos equipos?”, se pregunta Bilbao.

Ya por último, la ‘Cultu’ tampoco entiende que le obliguen a pagar, desde hace unos meses, la parte proporcional del salario de los empleados que atienden el campo si disputa un partido un domingo por la tarde. Debe ser que aquella melodía del “me gusta el fútbol, los domingos por la tarde es la mayor de mis aficiones” se ha vuelto vintage.