La Asociación para el Fomento de la Artesanía Tradicional de Euskal Herria, Arbaso, inauguró ayer la vigésimo sexta edición de la Euskal Denda. Un año más, la plaza del mercado de Durango volverá a a convertirse en el mejor escaparate y “un referente sin igual” para el sector artesano hasta el próximo domingo, día 11 de diciembre.
En el acto inaugural estuvieron presentes la alcaldesa de Durango, Ima Garrastatxu, acompañada por los tenientes de alcalde Julián Ríos e Iker Urkiza, y Asun Elorriaga y Aingeru Mimentza por parte de Gerediaga Elkartea. Todos ellos han destacado “la valía” de esta feria y se han mostrado satisfechos de que, tras el parón de los últimos años, Durango vuelva a ser “el referente cultural de Euskal Herria”.
Un total de 50 artesanos se han dado cita en una Euskal Denda que “no baja la guardia en cuanto a calidad y excepcionalidad” y que aspira a “superar la recesión postpandemia”. Desde Arbaso aseguran que, “en los últimos tiempos, hemos visto que la sociedad se ha transformado y ha entendido el concepto y la valía de la artesanía. Parece que ha habido un cambio en ese sentido, se empieza a dar valor a lo hecho a mano. Todo ello avalado por unos profesionales de sobrada y demostrada solvencia, con largas trayectorias vitales y productivas, que revierten en unos objetos inigualables”.
Daño “irreparable”
Sin embargo, los portavoces de la agrupación lamentan que la crisis se haya cebado con su actividad. “Somos un sector minoritario y en ocasiones no de primera necesidad, por ello los talleres están sufriendo muchísimo la situación actual. La recesión ha obligado a muchos a bajar la persiana”.
Aun así, miran con esperanza el que es considerado el escaparate anual más importante de la artesanía tradicional vasca. “Da la sensación de que fue hace mucho tiempo, pero lo cierto es que la sombra de la Covid-19 aún nos persigue. No podemos olvidar el daño que nos ha hecho con la suspensión de toda actividad de mercados porque es un daño irreparable, en ocasiones. Por eso, el encuentro de Durango es tan importante”, subrayan desde Arbaso.
Tres de Durangaldea
Uno de los principales alicientes de la Euskal Denda es que el público puede conocer en vivo el trabajo de los artesanos y artesanas. De los 50 puestos que se han dado cita en la plaza del mercado, 14 se acerca a Durango por primera vez. “Son firmas, algunas de ellas, que nacen en tiempos muy duros pero que quieren presentarse en sociedad y afianzarse con la mirada puesta en el futuro”.
Más de la mitad, concretamente 30, procede de Bizkaia, mientras que hay 9 de Gipuzkoa, 4 de Araba y 6 de Nafarroa. También hay un artesano de Lapurdi. La comarca de Durangaldea, por su parte, tiene tres representantes: el joyero local Eneko Unzalu, el berriztarra Félix Larrañaga, que se dedica a la talla de madera, y la firma elorriarra Gorakat.