La Euskal Denda muestra la producción artesanal vasca a más de 33.000 visitantes en cinco días

La vigésimo sexta edición de la Euskal Denda de Durango ha supuesto un chute de energía grande para la Asociación para el Fomento de la Artesanía Tradicional, Arbaso. El sector ha vivido años difíciles debido la covid, así que regresar a los números prepandemia ha sido todo un logro. En concreto, la feria ha atraído 33.171 visitantes en cinco días y las ventas han sido buenas.

“Son unas cifras magníficas. El flujo de gente ha sido constante y eso ha redundado en poder ver a placer los trabajos de los artesanos/as y comprar con comodidad”, aseguran portavoces de Arbaso.

Este ha sido el primer año que la Euskal Denda se celebra sin restricciones tras la crisis sanitaria. La afluencia de público ha sido alta, pero podía haber sido mayor aún ya que la feria se lleva a cabo en la plaza del mercado y el aforo es limitado.

Por días, los más potentes fueron los festivos, especialmente el jueves (con la asistencia de 11.089 personas) y el sábado (7.758). Durante la jornada inaugural pasaron 4.298 personas, el viernes fueron 5.787 y el domingo, 4.139.

Bríos renovados

En cuanto a las ventas, desde Arbaso destacan que todos los artesanos y artesanas se han mostrado satisfechos. “No ha habido nadie que haya destacado. De hecho, hay público para todos y eso es algo que da bríos al sector para afrontar el futuro”.

La Euskal Denda ha reunido a 50 artesanos y artesanas procedentes de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi y Nafarroa. Ahora, tras cerrar ayer sus puertas, Arbaso tiene ya la mirada puesta en la próxima edición para reforzar su apuesta por dar visibilidad a la producción artesanal de Euskal Herria.