
A prácticamente nadie se le escapa que las donaciones de sangre contribuyen a salvar vidas y a mejorar la salud. Existe una necesidad constante de donaciones regulares, ya que la sangre sólo se puede conservar durante un tiempo limitado. José Martín Santibáñez, Gabriel Mínguez y Rafael Canete tienen muy interiorizado ese mensaje.
No en vano son los responsables de que la Asociación de donantes de sangre Mugarra de Durango, que fue fundada en 1969 en el Alpino, siga funcionando. “Toda una vida, como la canción”, apunta Santibáñez sobre las más de cuatro décadas que lleva dentro de este colectivo. A sus 66 años muy bien llevados –“me mantengo bien, es la sangre (risas)”–, desempeña el cargo de presidente, aunque deja claro en todo momento que “funcionamos como un equipo”.
Mínguez se incorporó a la asociación hace siete u ocho años, cuando se prejubiló, aunque es donante desde 1977. “Tenía más tiempo libre y pensé en dedicarme a alguna labor social”, rememora. “En cuanto le vimos disponible le echamos el lazo rápidamente”, bromea Santibáñez.
No es un grifo
La principal ocupación de la asociación durangarra es encargarse de los preparativos para que, todos los jueves, una sala del ambulatorio de especialidades de Herriko Gudarien esté lista para las donaciones. Los requisitos para quien quiera animarse son relativamente sencillos: tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos y rellenar un cuestionario previo orientado a detectar cualquier posible factor de riesgo.
Los tres voluntarios están contentos porque, desde que se hizo pública su designación como txupineros, las donaciones han registrado una significativa subida. “Hay que poner el brazo y ser solidarios porque la sangre no está en un grifo que abres y te llega”, insisten Mínguez y Santibáñez.
En cuanto al pregón, sus palabras irán dirigidas a los más de 3.645 vecinos y vecinas de Durango, y también de Izurtza, Mañaria y Garai, que han sido donantes a lo largo de este medio siglo de vida. Tampoco quieren olvidarse de las personas que han formado parte de la directiva.
“Estamos contentos de que nos hayan elegido y vamos a tratar de aprovechar el momento para agradecer a quienes han estado al pie del cañón. Y ¡por supuesto! Volveremos a lanzar el mensaje de que donar sangre… ¡es vida!”.