La Mancomunidad destina casi un millón de euros a su Plan de Ayudas y Subvenciones para 2020

La Mancomunidad de Durangaldea ha aprobado destinar cerca de un millón de euros al Plan Estratégico de Ayudas y Subvenciones para este ejercicio 2020. La partida más importante, con casi 820.000 euros, se dedicará a las Ayudas de Emergencia Social (AES) que se han reforzado para atender a colectivos vulnerables y en riesgo por la crisis económica generada por el Covid-19.

Las AES han recibido una subvención extraordinaria de 286.030 euros del Gobierno vasco para prevenir y paliar situaciones de exclusión personal, social y laboral, y facilitar la inclusión de quienes carezcan de recursos personales, sociales o económicos suficientes. En todo caso, la Mancomunidad ha asumido el compromiso de realizar un seguimiento mensual en este ámbito por si fuera necesario incrementar la partida con recursos propios.

Dentro de su Plan Estratégico de Subvenciones se han aprobado otras partidas importantes: 30.000 euros para promover la integración de personas con discapacidad intelectual, 20.000 euros para asociaciones sin ánimo de lucro de la comarca que desarrollan actividades de cooperación al desarrollo; 47.000 euros para la promoción del deporte —fundamentalmente atletismo y ciclismo en pista—, 11.000 euros para fomentar el uso del euskera en la vida social, cultural, laboral y económica y, finalmente, 35.000 euros destinados a promoción económica y empleo.

En relación con estas subvenciones, el ente mancomunado ha realizado un llamamiento a las asociaciones y organizaciones que de manera habitual concurren a estas ayudas, para que en el contexto de la nueva normalidad se busquen alternativas para seguir mejorando la calidad de vida de las personas y colectivos beneficiarios.

Normalización del euskera

La Mancomunidad también ha aprobado su nuevo Plan de Normalización de Uso del Euskera 2020-2022 dentro de la organización, ya que el anterior databa de 2013. El trabajo realizado incluye un diagnóstico de situación y medidas para potenciar el uso del euskera en todas las comunicaciones orales y escritas de la organización tanto en su trabajo interno, como de cara al público. Se revisan además los perfiles lingüísticos requeridos para el personal y se aportan otras directrices para avanzar en este ámbito.