El inicio del curso académico 2021-2022 en la Garamendi’tar Agustin Musika Eskola de Elorrio resultará atípico porque llega con numerosas novedades. Algunas desagradables y otras renovadoras. Entre los disgustos, destaca el robo y los destrozos que el centro sufrió la noche del 22 al 23 de agosto, mientras que en el lado opuesto cabe citar la renovación de los responsables, que tendrán en Udane Rodríguez como nueva directora en lugar de Rosa Azkarate.
El nuevo curso arrancará casi con ‘servicios mínimos’ “debido a la falta de instrumentos musicales, aunque se ha compensado en parte con la disposición de profesores y exalumnos a ceder los de su propiedad y porque hemos podido comprar algunos nuevos”.
A pesar de ello “resultará muy complicado poder ofrecer los primeros conciertos en las mismas condiciones con las que contábamos hasta ahora”, destaca Rodríguez.
Más de veinte instrumentos
El balance del robo sufrido la noche del 22 al 23 de agosto no puede ser más desolador. Once acordeones, siete guitarras y varios amplificadores, así como una trompeta, un saxo, un clarinete, un trombón y una trikitixa desaparecieron de las instalaciones, además de un teclado de piano y algunos ordenadores portátiles.
Al parecer “tenían intención de llevarse también algún ordenador de mesa, pero por alguna razón lo dejaron cuando lo tenían desmontado”. Lo que no se llevaron los autores del robo fueron los siete pianos, las dos baterías ni las flautas traveseras que se quedaron donde estaban.
25.000 euros
Quienes participaron en el robo destrozaron varias puertas, tanto del exterior como del interior, aunque “al parecer encontraron las llaves del resto de dependencias de la Musika Eskola y pudieron acceder sin romper el resto de puertas”, apunta Rodríguez, quien señala que el montante de lo robado según las primeras estimaciones puede ascender a unos 25.000 euros.
Además, el hecho de que algunos de los instrumentos sean de propiedad municipal hace que tanto la propia Musika Eskola como el Ayuntamiento de la localidad deban implicarse en la restitución de los instrumentos sustraídos, así como en la reparación de los destrozos producidos por quienes participaron en el robo.