
Iñigo Pastor y Fermi Ordóñez ya hicieron de hijo y madre en las representaciones de la Pasión de Durango de 2009. Entonces, la asociación Juan de Iciar recurrió a Pastor para suplir la baja de última hora de ‘Jesús’ y Ordóñez repetía en el papel.
Este nuevo encuentro les va a permitir ahondar en el ‘feeling’ interpretativo que ya sintieron entonces. La prueba de fuego será mañana, en el ensayo general, y los días 11, 13 y 14 en las tres funciones que desde hace veinticuatro años se llevan a cabo en la plaza de Santa Ana.
Como ya ocurriera en 2016, la obra vuelve a hacer un parón en las representaciones para que parte de sus integrantes puedan tomar parte en la procesión de la Virgen de la Soledad que se organiza el miércoles por la noche en el Casco Viejo de Bilbao. “Queremos agradecer la invitación de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Bilbao para acudir”, destacó el presidente de Juan Iciar, Xabier Arana.
Por lo demás, la Pasión mantiene las señas de identidad de un espectáculo “hecho por más de un centenar de durangueses y duranguesas”. Con un presupuesto de 45.000 euros y bajo la dirección de Txema Asategi, las funciones comenzarán a las nueve de la noche (el acceso será por Artekale un cuarto de hora antes) y tendrán una duración aproximada de dos horas y cuarto.
Las entradas se podrán adquirir en el bar El Arco al precio de 6 euros y se podrán reservar en el teléfono 656 777 321. Por séptimo año consecutivo, Juan de Iciar y la Oficina de Turismo ofertarán además entradas y alojamiento para todas aquellas personas de fuera de la localidad que quieran asistir al espectáculo.