
El polideportivo de Elorrio y las piscinas de Elizalde dejaron un déficit de 571.318 euros en 2020, según la memoria de las instalaciones deportivas de la localidad. El equipo de gobierno ha achacado esta cifra a una pandemia que “ha trastocado las cuentas”, con un descenso de ingresos estimado en 200.000 euros por la suspensión de actividades y las devoluciones realizadas a las personas abonadas.
El inicio de la crisis sanitaria y el estado de alarma del 13 de marzo, las restricciones, las limitaciones de movilidad y aforos y los protocólos de seguridad se han visto reflejados en unos ingresos de 202.703,75 euros, frente a unos gastos de 774.021,85 euros durante el pasado ejercicio. De estos últimos, un 79,53% corresponde a las prestaciones de servicios en las instalaciones, incluida la limpieza, que se han mantenido mientras han estado cerradas para garantizar que los salarios del personal no se viesen afectados.
Asimismo, se han seguido realizando todas las labores de mantenimiento preventivo y controles sanitarios como si las instalaciones hubiesen estado abiertas con normalidad. Estos costes de mantenimiento han supuesto un 13.64 % del coste total, lo que supone que prácticamente el 93% de los gastos del año 2020 se producen independientemente de que las instalaciones hayan estado abiertas o cerradas.
Otros gastos
El resto del coste se reparte en mejoras y reparaciones, como el pintado del techo de la piscina o el marcado de la cancha entre otras, que se han realizado aprovechando que las instalaciones estaban cerradas. A esto hay que añadir el gasto generado por las medidas extras tomadas por la crisis sanitaria y la compra de diferente material para oficina y botiquín.
La caída de los ingresos detectada tiene como principales causas las devoluciones realizadas a las personas abonadas por los días que ha estado cerrado el polideportivo, la menor asistencia a las piscinas de Elizalde durante la temporada de verano y la caída de ingresos desde marzo a diciembre por la suspensión de actividades y no alquiler de espacios como la cancha o el frontón.
“La lectura más simplista puede ser la de interpretar estos datos de forma negativa. Es evidente que no son positivos, pero se dan en unas circunstancias en las que lamentablemente los ingresos se han visto reducidos, cuando los gastos seguían existiendo”, ha asegurado el concejal de deportes, Dani Palacios.