Los centros de estética y la comida para llevar toman el relevo a las tiendas de toda la vida en Durango

Situadas una frente a la otra en la calle Andra Mari, la tienda de lencería Zubizarreta y la ferretería Suministros Elkar bajan la persiana, tras más 75 años de exitosa actividad, debido a la jubilación de sus propietarios. Son dos ejemplos palmarios de que el comercio más tradicional pasa momentos difíciles por los nuevos hábitos de consumo y por la falta de relevo generacional.

En el imaginario colectivo crece la sensación de que el comercio minorista de Durango ha pasado de ser un referente en Bizkaia a estar herido de muerte. No es de extrañar atendiendo a los cada vez más frecuentes cambios de titularidad en los negocios, al creciente número de locales vacíos y a los llamativos carteles que muestran algunos escaparates anunciando liquidaciones por cierre.

Frente a esta percepción, quienes mejor conocen la situación del comercio local aprecian, simplemente, un nuevo ciclo. “Lo que sí es verdad es que las calles están cambiando”, reconocen el presidente de Dendak Bai, Alex Palacios, y la técnica Miren Garrastazu.

Y se explican. “Cierran negocios de referencia, comercios con historia y de mucha tradición que, en muchos casos, siguen siendo rentables, pero para los que no se encuentra relevo porque parece que ya no resulta atractivo gestionar tu propio negocio. Y ese es uno de nuestros principales retos como asociación, conseguir que sí lo sea”.

Hacia la servitización

Pero el nuevo ciclo va mucho más allá. Abarca más servicios hosteleros y el concepto de comercio evoluciona hacia la especialización y también hacia la servitización, una estrategia de ventas que conlleva ofertar servicios adicionales como los de una pastelería al impartir cursos de repostería, una empresa de catering al organizar catas o un estudio de arquitectura que vende muebles por catálogo.

“Los negocios que llenan ahora nuestras calles están mucho más orientados a los servicios y al ocio que el comercio de toda la vida”, añade Garrastazu. En este contexto, los sectores emergentes en Durango son los que tienen que ver con el ‘take away’–“estamos detectando un boom de la comida para llevar”– y el cuidado personal.

Sándwiches japoneses

Respecto a este último, la técnica de comercio apunta que “es el que más ha crecido en la última década. Tanto por el número de establecimientos nuevos que hay vinculados con la estética y el cuidado personal, como por el hecho de que algunos de estos negocios antes estaban en pisos y ahora han bajado a pie de calle”. En el caso de la alimentación hay “menos pescaderías y carnicerías, y más fruterías y ultramarinos”.

Dentro de la hostelería la transformación también es evidente. A los platos combinados y bocadillos de toda la vida se suman negocios especializados en hamburguesas, empanadas, desayunos y brunch, sándwiches japoneses y coreanos, y restaurantes de sushi o mexicanos, entre otros. La mayoría ha adaptado su carta al servicio ‘take away’ y la tendencia es claramente ascendente. “Cada vez hay más locales centrados exclusivamente en la comida para llevar”.

618 establecimientos

Pese a estos nuevos nichos de mercado y que Durango se mantiene por encima de la media de Bizkaia, lo que parece innegable es que la actividad comercial ha perdido fuelle. Según el programa de ayudas Hirigune del Gobierno vasco que reproduce las estadísticas del Eustat, a finales de 2023 había 618 establecimientos en la localidad, 44 menos que en 2019 y 69 menos que en 2008. “En una panorámica general, la bajada no es tan alarmante”, coinciden los portavoces de Dendak Bai.

Por tipo de negocio, los comerciales siguen siendo los más numerosos (351) con la alimentación y el equipamiento personal (textil y calzado) al frente. Le siguen los hosteleros incluyendo hoteles (146) y los espacios vinculados a los cuidados personales como peluquerías y centros de estética (122).

En cuanto a los cierres, han afectado principalmente a comercios del sector hogar y alimentación, que son “los que más han sido potenciados en las grandes superficies”. En los últimos años, la competencia de las compras y ventas ‘online’ también se ha acentuado, con especial incidencia en el textil y la electrónica.

“Nos tenemos que adaptar para dar respuesta a lo que la persona consumidora demanda actualmente”

¿Qué se puede entonces hacer para frenar esta sangría? Palacios y Garrastazu lo tienen claro: “Sobre todo tenemos que seguir trabajando para mantener el nivel comercial por el que siempre hemos destacado. ¿Cómo lo hacemos? Nos tenemos que saber adaptar para dar respuesta a lo que la persona consumidora demanda actualmente, ya sea vendiendo por Redes Sociales o por WhatsApp, y aportar valor añadido a nuestra oferta. No existe una ‘receta’ única y cada uno sabe lo que le funciona”.

Como asociación, Dendak Bai también se compromete a seguir esforzándose por poner a disposición de los establecimientos herramientas que faciliten su actividad como ya lo han hecho con el servicio de reparto a domicilio, las taquillas digitales o los cursos de formación.