


Los escaparates de Durango se han convertido en referencia en toda la provincia después de que la empresa de interiorismo TYL Spaces y la tienda de ropa Sylke lograran ayer el primer premio y el voto popular, respectivamente, en la cuarta edición del concurso organizado por Bizkaidendak. Un importante reconocimiento para estos dos negocios que lograron las dos primeras posiciones en el certamen local celebrado el pasado mes.
Ambas empresas, además, se estrenaban en este tipo de competiciones, a pesar de ser plenamente conscientes de la importancia que supone un escaparate para hacerse ver y reconocer ante el público. En el caso de TYL, la victoria en el concurso durangarra les dio acceso directo para optar al podio vizcaíno, junto a las otras 27 vencedoras del resto de localidades participantes.
Olivier Tygat y Rakel Lasa, desde la empresa de interiorismo, mostraron su creatividad con una representación con trazo manual del edificio que alberga el negocio, en la que se podía ver una reproducción del propio escaparate “jugando con la perspectiva de la persona que lo está viendo, hasta formar una repetición de la imagen”, y a lo que se sumaba las siluetas de motivos navideños.
“Por nuestra actividad y ubicación, no solíamos prestar tanta atención a estos espacios y nos apuntamos al concurso que organizó Dendak Bai, sobre todo, por el hecho de participar en una actividad del pueblo”, explica Lasa. Lo que más les ha sorprendido es la repercusión que han obtenido con estos galardones que ha sido “un bombazo. En los casi 19 años que llevamos trabajando no nos había pasado nada parecido”.
Trabajo recompensado
Para la tienda de ropa Sylke, sus cristaleras son aún más importantes para mantener una relación directa con la clientela y mostrarle sus productos. Por ello decidió utilizar sus propios artículos para elaborar una imagen de Olentzero y Mari Domingi arropados por un cálido manto de vegetación.
“La idea del diseño surgió de una colaboradora de la tienda, Amaia Azkarate, que optó por dar protagonismo a la ropa que tenemos en venta”, describe el dueño del establecimiento, Javier Arrieta. En su caso, al no ser directamente finalistas al concurso de Bizkaidendak, solo optaban al premio del voto popular, que finalmente lograron llevarse gracias al apoyo del público a través de la web de la asociación entre los más de 300 comercios participantes.
“Es una forma de ver recompensado todo el trabajo que se realiza en el escaparate, que para nosotros es muy importante tanto para atraer a la gente como para dar más vida a la calle”, añade. Este tipo de iniciativas, además, sirven “para concienciar a la ciudadanía de la importancia que tiene comprar en el pequeño comercio que, al final, redunda en el beneficio de todo el pueblo”, concluye Arrieta.