Mar Mar Teatro, rumbo a los Premios MAX

Igor Iglesias Técnico de sonido

“Al crear una obra, tenemos en cuenta su aspecto técnico desde el minuto uno”

Igor Iglesias se adentró en el mundo del sonido al finalizar sus estudios en 2013, con los oídos puestos en la música, “crear y grabar era lo que más me atraía”, recuerda. Su profesión le llevó a trabajar en San Agustin kultur gunea de Durango, su localidad natal, donde empezó a conocer en profundidad todo lo que podían ofrecerle las artes escénicas.

“Vi que había muchas posibilidades de probar cosas, no sólo en el ámbito del sonido, sino también en el creativo”, señala. “Así comencé a trabajar con Gorakada y a colaborar y hacer aportaciones con grupos como Ganso & Cía, generando sinergias entre muchas compañías ya que aquí, en una comarca tan pequeña, acabamos conociéndonos todos”. Todo un bagaje que Iglesias ha incorporado a Mar Mar Teatro.

En ‘Arrainak bihotzean’ se ha vuelto a enfrentar a varios desafíos técnicos “ya que nos gusta aportar algo más que una historia y ser un espectáculo completo, potenciado por la luz y el sonido”. En esta obra en concreto, integrar la banda sonora de Unai Laso y ambientar el fondo marino en el que se mueve la protagonista ha centrado sus principales esfuerzos.

Para facilitar las cosas, en Mar Mar Teatro cuentan con la ventaja de integrar los aspectos técnicos desde el inicio. “En otras compañías se suelen añadir más tarde, cuando ya hay un borrador avanzado de todo el aspecto actoral. Pero nosotros tenemos en cuenta estos detalles desde el minuto uno y nos involucramos en todo el proceso creativo desde el principio, imaginando cómo será el sonido o las luces de una escena según se va definiendo”, describe.

Problemas inesperados

Pero tenerlo todo sobre el papel no permite bajar la guardia durante las representaciones, en las que cualquier dificultad inesperada puede complicar la función. “Siempre puede ocurrir algún fallo técnico. De nosotros depende, no solo solucionarlo en directo, sino intentar que no afecte a quienes están en el escenario y que el público no se entere de lo que ha ocurrido”, explica.

“En ‘Arrainak bihotzean’, en concreto, alguna vez se nos ha atascado un motor que sube y baja anzuelos. Son cosas que se sufren un poco más desde control, pero intentamos ser cuidadosos para que esas cosas no sucedan”.

Superada ya la década de experiencia, Iglesias ha vivido los grandes cambios que se han producido en el mundo del sonido orientado al teatro. “Los equipos que hay ahora no tienen nada que ver con los que había hace 10 años. Y también se nota que cada vez se da más importancia al espacio sonoro, que es capaz de transmitir todo tipo de atmósferas y estados de ánimo”, asegura.

Maitane Serrano Actriz y técnica de iluminación

“Cuando actúo, no consigo desconectar del todo y sigo vigilando los focos”

Se dice que actores y actrices se sienten atraídos por los focos, pero Maitane Serrano lo ha llevado a lo literal. Esta zornotzarra ha decidido vivir la experiencia del escenario desde los dos lados, al encargarse de la iluminación de ‘Arrainak bihotzean’ e interpretar varios papeles de la obra.

Curiosamente, sus primeros pasos profesionales están relacionados con el sonido, junto a su compañero en Mar Mar, Igor Iglesias, que fue su tutor de prácticas en Plateruena. “Allí empecé a ‘hacer luces’ y posteriormente pasé a Gorakada ya como técnica de iluminación. Realmente, fue algo que ocurrió sin pretenderlo”, admite.

En su actual compañía, Serrano ha dado un paso más y se ha puesto frente al público. Una experiencia que ya probó en la anterior obra, ‘Tarzán’. “Entonces me limitaba a ‘pulular’ por el escenario, pero en el proceso de producción de ‘Arrainak bihotzean’ vimos que era necesario incorporar una persona más y, tras concretar los aspectos técnicos, me encontré en el escenario interpretando a varios personajes”.

Entre ellos, disfruta especialmente el ponerse en la piel de “la señora del pueblo, que a la gente le hace mucha gracia. Me sale sola, no sé si voy a ser así de mayor”, bromea.

Compaginar todas estas tareas puede llegar a ser complicado y mientras actúa “sinceramente, no consigo desconectar del todo y sigo vigilando si algún foco está encendido o no, qué habrá pasado si hay algún problema… Pero es cuestión de confiar en el resto del equipo y saber que, al final, lograrán solucionar lo que surja. Aunque reconozco que alguna vez me he despistado un poquito”, confiesa.

Diferenciar mundos

La historia de esta segunda producción de la compañía se desarrolla entre la superficie terrestre y el fondo marino, lo que ha exigido una atención especial a la hora de realizar el diseño de luces. “Era importante diferenciar bien esos dos mundos y para ello hemos incluido también un ciclorama (pantalla de fondo para crear profundidad)”, detalla Serrano.

Sobre en qué faceta se siente más cómoda, esta zornotzarra no lo tiene claro. “No sabría decirte. No me imaginaba encima del escenario, pero con el tiempo se le coge ‘gustito’ y ahora mismo no querría dejar ninguna de las dos cosas”.