Maristak Durango retoma sus retos de inicio de curso por todo lo alto

El regreso a la normalidad prepandémica a permitido a Maristak Durango retoman su particular inicio del curso planteando un reto a su alumnado. En esta ocasión, el desafío era construir –como siempre, de forma colaborativa– un sistema de transporte aéreo capaz de trasladar un huevo intacto lo más lejos posible.

Estudiantes de todos los cursos han tenido que devanarse los sesos y unir fuerzas para diseñar un prototipo eficaz con materiales básicos: una cartulina, un vaso de plástico, unos palillos, cinta adhesiva y poco más. “La idea es que el alumnado se divierta y comience el curso con una sonrisa”, ha explicado el director del centro, Daniel Irazola, “a la vez que trabajan con nuestra filosofía cooperativa”.

En el patio del colegio se ha podido ver volar, planear y estrellarse numerosos ingenios volantes. Y aunque alguna sus estructuras eran estrafalarias, todas compartían sistemas de propulsión ‘verdes’, algo que liga con el plan estratégico 2022-2025 de Maristak que busca ser “parte activa en la movilidad a través de transportes limpios y saludables y en la sostenibilidad de un cercano futuro en Durango”, ha añadido Irazola.

En este sentido, el centro ha lanzado este curso la primera especialización de montaje, reparación y mantenimiento de bicicletas para contribuir en una labor común de respeto al medioambiente.