“No dudaría en coger un avión y volver si tuviera una oportunidad de trabajar en el cine vasco”

El cine fue una vocación tardía para el zaldibartarra Aitor Mendilibar. Pero en cuanto lo tuvo claro, no dudó en entregarse en cuerpo y alma a su nueva pasión. Se trasladó a Nueva York para completar sus estudios y buscarse la vida en la ‘Gran Manzana’. Cinco años después ha dado el paso a dirigir su primer trabajo, ‘Limits’, con excelentes resultados. La obra ha sido seleccionada por el festival de cortometrajes de la ciudad americana.

Límites son, precisamente, los que ha roto Mendilibar para alcanzar este logro, después de que se planteara una carrera tras las cámaras con 25 años. “En el 2010 me matriculé en un curso de realización audiovisual en Gasteiz, junto a un amigo. No tenía mucha experiencia en ese mundo, hasta entonces había estado vinculado a la música como bajo en el grupo Disorders, durante 10 años. Pero tuve la suerte de coincidir con profesores muy buenos que me sirvieron de inspiración”, recuerda.

Fue uno de ellos quien le animó, dos años después, a “cruzar el charco” y plantarse en Nueva York. “En Euskadi la situación laboral no era para echar cohetes, así que cogí un avión y me vine aquí a estudiar cine documental durante un año. A partir de entonces, he trabajado y colaborado con diferentes artistas de la ciudad en películas de ficción, documentales, videoclips, danza, series, etc. Empecé como ayudante de cámara, foquista y operador de cámara hasta que di el paso a director de fotografía, aunque realizo diversas labores dependiendo del proyecto”.

Romper los límites

A finales del verano del año pasado, Mendilibar se unió al guionista David Glenn para realizar un proyecto juntos. De esa colaboración nacería ‘Limits’, una obra sobre un hombre que busca una vía de escape en una relación de pareja decadente. Se rodó en día y medio, aprovechando el fin de semana de Acción de Gracias, en el que no tenían que trabajar. “Es un cortometraje auto-producido en el que no nos gastamos un duro, más que para comprar algo de comida. El equipo de cámara lo puse yo y mi socio Ari Rothschild nos prestó sus luces”, relata. A ellos tres se sumó la actriz Nerea Gorriti para completar el equipo de rodaje.

Mendilibar describe su primera dirección como “sencilla”. “La verdad es que todo fue muy bien, sin apenas complicaciones. Uno de mis mayores retos era dirigir a los actores, pero la verdad es que me lo pusieron muy fácil. Casi todo el rodaje fue en mi apartamento y fue como organizar una ‘house party’, pero en vez de llenar la casa de alcohol, ¡la llenamos de material de cámara y luces!”.

Darse a conocer

Tras la grabación, comenzó otra fase que resultó más complicada: darle salida al proyecto. “Al principio se nos hizo bastante duro ya que apenas teníamos experiencia en distribución ni inscripción de festivales. Pero hemos tenido la suerte de conocer a gente que nos ha ayudado”. Y sin duda, con muy buen resultado. El cortometraje será estrenado en el New York Short Film Festival que se celebrará del 3 al 9 de noviembre.

“Estamos muy contentos de que ‘Limits’ haya sido seleccionado. Al fin y al cabo, nuestro objetivo es que lo vea la mayor gente posible y creo que el circuito de festivales es la mejor manera de dar a conocer tu obra en todo el mundo”, confiesa. “Lo de ganar el premio lo veo más complicado ya que hay un nivel muy alto, pero nunca se sabe… Si cae algo, pues genial. Nos vendrá bien y nos dará fuerza y confianza para el siguiente proyecto, el cual empezamos a rodar ayer mismo. Será mi segundo cortometraje como director”.

Respecto al futuro, Mendilibar intentará sacar todo el partido posible a los 8 meses que le quedan de visado. “Voy día a día, intentando trabajar, crear y aprender de cinematografía lo máximo posible. De momento estoy a gusto en Nueva York. Pero sí que me encantaría trabajar en el cine vasco o el cine español y no dudaría en coger un billete de avión si tuviera alguna oportunidad”.