Cientos de personas acudieron ayer a la manifestación en recuerdo del segundo aniversario del derrumbe del vertedero de Zaldibar y exigieron depurar todas las responsabilidades de la catástrofe. Las plataformas convocantes homenajearon a las víctimas –Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán– cuya muerte “no fue un accidente”.
La marcha, convocada por Zaldibar Argitu y Ekologistak Martxan, partió al mediodía desde la plaza Cardenal Orbe de Ermua para encaminar sus pasos hacia el barrio zaldibartarra de Eitzaga. Tras una ofrenda floral frente a una escultura en tributo a los fallecidos, se denunció que el derrumbe “podía haberse evitado”, pero todos los implicados –gestora del vertedero, clientes y Gobierno vasco– “miraron hacia otro lado”.
“Nadie quiso ver que el vertedero estaba anunciando su derrumbe a gritos”, criticó Carlos Alonso, abogado y portavoz de la Asociación Vecinal de San Lorenzo. “¿Por qué parar la actividad si podemos sacar en 15 años el dinero que teníamos previsto para 35? ¿Por qué reciclar residuos si es más barato ocultarlos en un agujero?”, cuestionó.
Tras los actos programados, se presentó la escultura realizada por el vecino Iñaki Urizar en homenaje a los trabajadores sepultados, cuya instalación no ha recibido el permiso municipal para ser instalada.
Imágenes del vídeo: Delfín Zubizarreta.
Una vez más, el negocio por encima de todo y los primeros de la lista son esos sepulcros blanqueados del PSE y PNV.