
El asalto a la vivienda de la presidenta de la Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, del pasado lunes, es uno más de los numerosos robos que están ocurriendo en los últimos días en Durango y en Elorrio. En la primera localidad, se denunciaron la segunda semana de enero varios robos en viviendas unifamiliares/adosados próximos al cementerio y en Abadiño, la pasada.
En Elorrio, los asaltos han sido más recientes. Los ladrones ‘visitaron’ el pasado sábado dos viviendas en la zona de Arestiortu y ayer fue otra residencia de esa zona la que fue objeto del robo.
“El sábado pasado los ladrones entraron en una vivienda de Arestiortu en la que no había nadie y tras revolver todo lo que había en casa se llevaron un poco de dinero y algunas joyas. Ese mismo día, hacia las 22.00 horas, fue asaltada otra vivienda en la misma zona cuando sus propietarios estaban acostados, aunque los ladrones huyeron al escuchar a las personas que residían en la misma”, según ha detallado una persona que reside en la misma urbanización.
Tras el asalto del lunes a la vivienda de Ana Otadui, que está situada en otra zona residencial de la localidad, una casa ubicada en Arestiortu fue objeto de otro robo ayer mismo. En este último caso era la segunda vez que los ladrones accedían a esa vivienda que ya había sido objeto de ese mismo delito con anterioridad
Al parecer, las personas que asaltaron las viviendas accedieron a las mismas a través de alguna ventana o desde la puerta de la terraza. “Lo que más nos molesta es que entran en las viviendas con todo el descaro y que encima nadie les pilla”, lamenta este vecino.
“Entran cuando hay gente”
Aunque los robos se están produciendo en su mayor parte en viviendas unifamiliares o en adosados de zonas residenciales, varias viviendas del casco urbano también han sido objeto de los ladrones. “Hace poco un matrimonio escuchó que alguien manipulaba la cerradura de su vivienda, pero los presuntos ladrones huyeron cuando los residentes elevaron el volumen de la conversación”, asegura otro vecino.
La proliferación de estas situaciones “está creando un poco de psicosis en la localidad porque los ladrones no se cortan un pelo e incluso entran cuando hay gente en la vivienda. Solo huyen cuando son sorprendidos por las personas que viven en la casa, aunque la sensación de impotencia y de que están violando tu intimidad es terrible”.