19-J

En medio de la vorágine que supone contribuir, aportando cada cual su granito de arena, a la organización de un “macroevento”, como es la fiesta anual que los cazadores y pescadores deportivos vascos celebramos en Dima el próximo día 19, no podía, hasta hace algunos días, sino mirar de reojo a la competencia de la Consejería de Interior, que se disponía, en esa misma fecha, a repetir el fasto del día de la Policía Autónoma Vasca.

Y lo hacía, créanme, con cierto desasosiego, en tanto cuanto es conocido que muchos agentes participan de la afición cinegética, o son grandes pescadores, o amantes de la naturaleza, que, acostumbran, además, a visitar el recinto del campo de aviación de Dima año tras año. Y no sólo eso, sino que en determinadas ediciones del Día del Cazador y Pescador, la propia Ertzaintza ha sido protagonista de vistosos eventos que allí han tenido lugar, mostrando, por ejemplo un simulacro de salvamento de un herido en una zona de alta montaña, y de su posterior evacuación, maniobras de helicóptero incluidas.

Pero miren por dónde ya no me tengo que preocupar por ello. No voy a contradecir al Sr. Consejero de Interior suponiendo que existen en su departamento fisuras o atisbos de crisis. Los ceses de cargos directivos, aun siendo frecuentes o fulgurantes, deben entrar, supongo, en la lógica de la ordenación de los recursos propios del departamento. Y, seguramente, el hecho de que los sindicatos que aglutinan al personal del mismo estuvieran dispuestos a convocar y celebrar actos de protesta el día de la festividad del cuerpo, no será sino un reflejo casual de la gresca que mantienen con el Sr. Ares, prácticamente, desde que éste asumiera la jefatura de la Consejería.

Resumiendo, que la celebración de Interior se ha pospuesto hasta una mejor ocasión, pero no por la crisis que se vive en el departamento, según nos dicen. En cualquier caso, y si es cierto lo que filtran algunas informaciones, el motivo de la suspensión quizá tenga que ver, tan sólo, con la escasa empatía que la celebración convocada cuenta entre las y los agentes de la Ertzaintza. Al fin y al cabo parece que sólo un par de números (dos) se habían apuntado a la lista de participantes en el evento. Así que aunque se hubiera arrastrado a Erandio a la totalidad de la cúpula directiva de Interior que aún no ha sido cesada, junto con todo el alumnado de Arkaute, su sola presencia no hubiera dotado de brillo suficiente a la fiesta convocada, y ante la posibilidad de que alguno de los presentes pudiera resultar singularmente contestatario, mejor suspenderla.

Cruzo los dedos y toco madera para que a los cazadores, pescadores y amantes de la naturaleza no nos ocurra nada parecido dentro de diez días.        

Jon Andoni Bengoetxea es abogado y presidente de la Cultural de Durango