4.800 millones de euros

La cifra del titular de este escrito es el precio que ha pagado el norteamericano Tood Boehly por la adquisición del club de fútbol inglés Chelsea. Y por si fuera poco, en las temporadas 22/23 ha gastado 612 millones de euros en fichar nuevos jugadores.

Pese a que tenemos al euro con nosotros desde 1999, todavía en cifras grandes me arreglo mejor con la añorada peseta para hacerme cabal idea de esa magnitud y así multiplicando esos 4.800 millones x 166,386 ptas/euro da la apoteósica, escandalosa, sideral cifra de: 808.252 millones de pesetas, cifra que autoriza a pensar que el mundo se ha vuelto loco.

Salah, futbolista egipcio que juega como delantero en el club inglés Liverpool CF será traspasado a un club de Arabia Saudí por 250 millones de euros, procedentes como no, de los pozos petrolíferos sauditas. No se ha desvelado cuándo le pagarán al paisano de Ramsés III, pero seguro que la cifra será equivalente al coste de una pirámide, por ejemplo la de Keops.

Pero una pista nos la puede dar el hecho de que el jugador está rabiando por marcharse a Arabia pese a que está cobrando de su actual club 350.000 libras esterlinas (410.000 €) y algunos pensarán que bueno, que no es para tanto si ese salario es anual tal como se barajan las cifras en el exclusivo mundillo del fútbol, pero es que las cosas no son así ya que esa es la cifra que cobra Salah, ¡por semana! (68 millones y pico de pesetas).

Así las cosas es obligado preguntarse: ¿estamos locos? Esta disparatada situación está fuera de control y un buen día estallará porque va contra natura y la naturaleza además de ser sabia es avara con sus energías.

Rafael Hidalgo