A Vidorreta y Hervelle les estamos pagando el café y el pincho

Las subvenciones públicas son un mundo que se me escapa. Los clubes pequeños nos afanamos en presentar todos los papeles en tiempo y forma para recibir las ayudas de los consistorios y diputaciones y lograr así dar a los niños y niñas la mejor formación y mejores condiciones posibles para poder practicar deporte, llevar una vida más saludable y obviamente también competir representando a su club, entidad o localidad.

Pero claro, cuanto más grande eres y más dinero necesitas y más dinero debes, parece que se tiene menos miramientos para ofrecer esas subvenciones públicas. Ejemplos hay muchos pero pongo el foco en el Bilbao Basket, una Sociedad Anónima Deportiva que la pasada temporada presentó un déficit de 810.000 euros de un presupuesto total de 9.030.323 millones. Dicho déficit, en palabras del propio Gorka Arrinda (máximo accionista del Bilbao Basket), se debió principalmente a la salida de Txus Vidorreta, y por otro lado también se atribuye dicho exceso al fichaje de Axel Hervelle.

Partiendo de que no tengo nada en contra del técnico de Indautxu, es más, me parece un entrenador espectacular para poner en primera línea y dirigir a equipos modestos de la ACB ???personalmente no le veo en equipos grandes ni en conjuntos que aspiren a cotas tales como consecución de títulos-. Pues bajo esa premisa de respeto, no hay que olvidar que su despido ha costado un dineral, ya no al club, también a los bizkainos porque la Diputación aporta 1,5 millones de euros de subvención, más otros 800.000. De éstos, 1 millón de euros que pone el Ayuntamiento de Bilbao y que sale del bolsillo de los bilbaínos.

También el fichaje de Hervelle para esta temporada y 2 más, que en principio parecía ser del gusto de muchos, se ha tornado en un esfuerzo económico bestial, nada menos que 800.000 euros por temporada para un rendimiento que no está a la altura de la transferencia bancaria que recibe todos los meses, o casi todos los primeros de mes porque parece que los problemas económicos del club han provocado cierto retraso en el pago de las nóminas.

Precisamente los problemas de liquidez de la entidad bilbaína para pagar las nóminas de sus jugadores ha llevado a un adelantamiento en este mes de enero de la subvención pública.

Así que haciendo una sencilla regla de tres llego a la conclusión de que de mi bolsillo y del de los lectores de durangon.com/zornotzan.com y de los no lectores también, salen varios de los cafés y los pintxos que se toman Hervelle y Vidorreta, y sinceramente, no sé hasta qué punto eso me sienta bien o mal, aún no lo he calibrado del todo, pero lo que sí me mosquea es que Sociedades Anónimas Deportivas basen un 25% de su presupuesto en las ayudas públicas cuando otros clubes mucho más modestos tenemos un porcentaje menor de subvenciones que éstas entidades y trabajamos más los patrocinadores privados.

Naia Fernández es periodista