Al asalto del Ibex 35

Al rebufo del 1º de mayo y de los presupuestos autonómicos de Euskadi para 2017 se han producido entre nosotros debates en la calle, en los medios informativos y en el Parlamento de Gasteiz.

Mientras EH Bildu y Elkarrekin-Podemos reclamaban unos presupuestos que apoyen la Renta de Garantía de Ingresos y la atención a los ciudadanos que viven bajo el umbral de la pobreza, el PNV mantenía la tesis de que lo importante es apoyar a las empresas, respaldado por su alianza con el PSOE de Euskadi y con el PP de Rajoy. Y en la calle, paralelamente, colectivos populares de Bilbao se plantaban con una huelga de hambre que apoyaron en una manifestación multitudinaria los grupos de izquierda vizcaína.

El 1º de mayo, LAB lanzaba su consigna que reclama la soberanía para poder construir un modelo económico y social que permita vivir con dignidad a todas las personas y garantice servicios públicos de calidad.

Ganaron en el Parlamento PNV y PSOE de Euskadi, gracias a la abstención del PP, y Euskadi se ha dotado de unos presupuestos para 2017 que aplazan sine die la atención a las clases desfavorecidas y dan vía libre a las empresas para seguir con su política de bajos salarios, paro, precariedad laboral, pingües beneficios y evasión fiscal.

La sagrada alianza PNV-PP se ha ratificado en el Congreso de los Diputados de Madrid, donde ha sido aprobado el presupuesto de Rajoy, a falta de discutir enmiendas parciales, y se han multiplicado los abrazos y elogios del PP al PNV, debidamente correspondidos por este.
El acuerdo PP-PNV de Madrid ha dado lugar a una noche de pintadas en una decena de batzokis del PNV.

No importa, este domingo el PNV ha hecho piña con Gure Esku Dago para reclamar juntos pueblo por pueblo el Derecho a decidir. Porque una vez salvado el dinero y la defensa de los derechos de la patronal vasca, todos se sienten cómodos diciendo sí a la soberanía o no a la salida de los presos de las cárceles, según esté uno con el PP de Madrid o con el PNV de Euskadi…

Otra vez, y van muchas veces, el Ibex-35, ese poder que tiene a sus pies al gobierno de Madrid, y ese otro de BBVA, Iberdrola y demás partenaires del Ibex35 del Estado español domiciliados en Euskadi, que operan en paraísos fiscales de allende los océanos, y también es apoyado por el Gobierno de Euskadi, siguen cortando el bacalao.

En buena hora el colectivo Gure Esku dago ha ofrecido a los ciudadanos del entorno del Duranguesado y de toda Euskadi la oportunidad de pronunciarse sobre el derecho a decidir y la soberanía de este pueblo.

En buena hora este colectivo ha hecho un planteamiento festivo, respetuoso y amable de sus propuestas. Y todo con un buen gusto. Algunas mujeres habrán lamentado que la publicidad de Gure Esku Dago haya eliminado de los muros de la plaza Zelaieta un cartel que llevaba años reclamando el respeto a los derechos de las mujeres, ocultándolo debajo de un cartel de Gure Esku Dago. Porque aquel cartel y su mensaje feminista también tiene su importancia, y también estaba muy bien hecho…

Como también tiene su importancia la lucha contra los recortes salariales, contra la precariedad en el empleo, por una mayor atención a los que viven por debajo del umbral de la pobreza. Y resulta un tanto contradictorio que los que han pactado con el PP en Euskadi y en Madrid unos presupuestos hermanos gemelos en cuanto a recortes salariales, recortes de pensiones, precariedad laboral, y ayudas a los que viven por debajo del nivel de la pobreza, se hayan apuntado a las demandas de Gure Esku Dago relativas a Estado soberano.

Dicen por ahí que el ciudadano, mayoritariamente, está preocupado por conseguir un nivel de ingresos y de vida y tener acceso a un puesto de trabajo que le permita vivir dignamente.

Pero según parece, esa aspiración, la más sentida por los ciudadanos, se va a quedar otra vez en segundo plano, para un futuro que todavía está por definir.

Y uno se pregunta para cuándo va a quedar ese futuro, y si puede ser alcanzado por los que este 2017 se han opuesto a las propuestas en favor de los más castigados por la crisis de Euskadi y del Estado español.

Mientras tanto, seguiremos soñando con soberanías venideras y con cerrar de una vez los paraísos fiscales…

Honorio Cadarso es periodista