7:05 de la mañana, el autóbús de Alsa que cubre la línea Durango-Gasteiz no está en la parada de Madalena. Raro. Generalmente recibe a los y las pasajeras cinco o diez minutos antes de la hora de salida.
7:10, hora de salida; sigue sin aparecer el autobús.
7:15, uno de los usuarios nos informa de que llegará 20 minutos más tarde de su hora.
7:45, la persona con la que estoy esperando el autobús decide marcharse a su lugar de trabajo, en Izurtza. Irá a pie y llegará una hora más tarde que su hora de entrada. No se fía de Alsa ni de que vaya a pasar el autobús de las 7:10, aunque sea con retraso.
7:55, yo también me ausento. Decido utilizar otra opción para llegar a Gasteiz. Llamo a un compañero de trabajo que pasa por Durango para que me lleve en coche.
8:05, aparece el autobús de Alsa y recoge a los pasajeros y pasajeras de las 7:10. 55 minutos de retraso (Esta información me la han confirmado otros pasajeros).
8:15, se retoma la normalidad y el segundo autobús del día cumple con su horario.
*Durante la espera he utilizado las redes sociales para denunciar el servicio ofrecido por Alsa. Como ha sucedido otras veces, la empresa me ha respondido a través de Twitter y me ha pedido el teléfono para llamarme. No he recibido la llamada.
14:35, llamo a Alsa para informarme de por qué me han pedido el teléfono y saber qué ha pasado con el servicio de las 7:10. Una trabajadora de atención al cliente me ha respondido, tras 10 minutos de averiguaciones, que mi autobús ha llegado 20 minutos más tarde a Durango y ha emprendido el viaje con normalidad. Mi número teléfono sigue en posesión de Alsa sin saber para qué me lo pidieron.
Ni siquiera merecía la pena discutir con la trabajadora de Alsa al teléfono. A ella era lo que le constaba en su informe. Su palabra contra la mía. Y en algún lugar de los informes oficiales de Alsa, que en algún momento presentará a quien corresponda, constará que sólo se ha retrasado 20 minutos el servicio. Es más, podrían argumentar que han solventado relativamente pronto el problema.
El caso es que Alsa miente. El autobús no ha salido hasta pasadas las 8:00. Y de paso, se ha descojonado de mí y de nosotros.
Invito a los afectados y afectadas a que pongan una reclamación en la ventanilla de Gasteiz, porque en internet no lo he conseguido (no tengo número de localizador del billete, evidentemente, porque como no me he montado en el autobús no he comprado billete; y sin localizador es imposible poner reclamación alguna).
Realmente, creo que no me jode tanto que los autobuses sean viejos y estén sucios; ni que no tengan una ventanilla para poder dirigirme; ni que en invierno pase frío en el bus; ni que cuando llueva me moje dentro del propio autobús. Lo que me jode es que alguien que me atiende por teléfono a cientos o miles de kilómetros de Durango se descojone, en nombre de Alsa, de mí.
tranquilo que maeztu ya solucionará todo………………
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