AP-8 Capítulo 6: Propuesta para un modelo de peajes

Cuando se trata de la gestión de los bienes públicos siempre he pensado que la crítica razonada es un mecanismo de mejora en sí mismo, pues nos ayuda a todos a reflexionar sobre aspectos que quizás antes no conocíamos.

En el tema de la AP-8, más concretamente de sus peajes, he intentado ser crítico con el modelo de peajes, que considero totalmente equivocado en la gestión del tráfico, y discriminatorio con las comarcas orientales. Y si la crítica es necesaria, las propuestas de solución lo son aun más, por eso es que en este capítulo quiero aportar un modelo diferente.

El modelo de peajes que propongo es viable técnicamente, económicamente y políticamente. Técnicamente, porque su gestión no precisa ningún elemento tecnológico más allá de los que hoy se utilizan. Económicamente, porque ya está siendo utilizado en un territorio con resultados satisfactorios. Y, políticamente, porque quienes gestionan las tres diputaciones actualmente representan a los mismos partidos o coaliciones.

A este modelo lo llamaré TARIFA PLANA EUSKADI.

La tarifa plana Euskadi responde a un modelo de gestión y financiación de las autopistas sujetas a peaje que son gestionadas por administraciones de los Territorios Forales de Bizkaia, Gipuzkoa, y Araba.

Para explicarlo de un modo sencillo, podemos decir que se trata de aplicar el sistema vigente en Gipuzkoa, consistente en un cobro acumulativo con un límite fijo mensual, (28.40€ en 2016) y hacerlo extensivo a los tres territorios, de forma tal que los residentes de los tres territorios puedan utilizar cualquier vía sujeta a peaje, independientemente de su lugar de residencia, y que esto no suponga un desembolso superior a los 28.40€ mensuales.

Con este sistema de gestión, la administración que recauda es aquella en la que se produzca el tránsito por el que pague el usuario, hasta el límite estipulado.

Dado que el sistema de gestión es de forma telemática mediante el dispositivo denominado VIA T, cada administración tendrá de forma clara y sencilla toda la información con la que se establece si un tránsito va a reportarle un ingreso o no, ya que el dispositivo y el soporte informático es el mismo para los tres organismos gestores.

Este modelo de gestión de las vías públicas sujetas a peaje supone un avance para la movilidad interna en Euskadi, ya que rompe la actual frontera económica que representa el sistema de gestión individual de cada territorio.

A su vez la ruptura de esa barrera invisible pero existente a fin de cuentas, amplía las oportunidades laborales que antes eran inabordables económicamente por el precio de los peajes, y abre oportunidades de negocio con el aumento del flujo de personas y capitales, que históricamente tomaban rumbo a comunidades vecinas.

Al hacer más asequibles las vías de peaje de alta capacidad se pueden redistribuir los flujos del tráfico de las vías paralelas, nacionales y comarcales, con la consiguiente mejora en la seguridad viaria y la descongestión del tráfico.

Sí, indudablemente “hacer país” pasa por tener una gestión común de las infraestructuras de transporte que cohesionen, en vez de acogerse a modelos “provincianos” que lejos de unir, separan.

Y desde luego creo firmemente que adoptando un modelo de gestión como el que propongo se “hace más país” que en cien años tocando el txistu.

De todos modos esta solo es una propuesta, que seguro que las habrá más y mejores. Yo animo a que se planteen y se tomen decisiones, porque de lo que si estoy totalmente seguro es de que con el actual modelo no podemos continuar.

Alberto Uriguen