Ay Portugal…

….por qué te quiero tanto…. canta la estudiantina portuguesa. Pues cada uno, en el supuesto de que coincida con esa apreciación, tendrá sus razones, unos por su historia, el encanto de sus gentes, la belleza de sus paisajes, su proximidad geográfica, la sensatez de sus acciones…. pero no existe unanimidad en ese aprecio entre los españoles, ya que existe un buen número de ellos que los mira por encima del hombro haciendo gala de una superioridad que está lejos de ser cierta, actitud que recuerda a la de los horteras nuevos ricos.

Siendo como son pertenecientes a una casa común como es Iberia, resulta curioso que seamos tan radicalmente distintos a ellos en tantas cosas, cuestión que se está poniendo de relieve de manera constante y la más reciente, fresca como un buen pescado, la tenemos ahora con las diferentes reacciones de sus partidos políticos ante el problema que está suponiendo la pandemia mundial provocada por el coronavirus, problema que hará necesario adoptar unas formas de vida distintas a las actualmente vigentes.

A tal fin el Gobierno español quiere poner en marcha una nueva versión de aquellos “Pactos de la Moncloa” ya que de esta crisis vamos a salir muy tocados y precisaremos de una actuación conjunta en el terreno político a la manera que lo hicieron en 1.977, recién salidos de la dictadura, los pactos citados.

Aquellos pactos, recordémoslo, lo fueron sobre sobre programas de saneamiento y reforma de la economía y sobre la actuación jurídica y política, aspectos sobre los que habrá que dedicar lo mejor de nuestros esfuerzos después del paso de este drama que está suponiendo el coronavirus.

¿Y cuál es la actitud de los dos principales partidos de la oposición ante la invitación del Presidente de Gobierno para reeditarlos? Pues unos muestran su reticencia a todo lo que sea un pacto con este Gobierno al que definen como filocomunista bolivariano (ahí es nada) y el otro, en el supuesto de que sean capaces de pensar – cuestión que no pasa de ser una mera hipótesis – pues no no se sabe en que dirección, toda vez que con la finura que les caracteriza, no se ponen al teléfono.

Y entretanto, aquí, al lado nuestro, en Portugal, ¿qué actitud están tomando las fuerzas políticas de la oposición ante el incierto futuro que se avecina?

Pues vean Uds. lo que manifiesta al respecto el Presidente del principal partido de la oposición, el PSD, (Partido Social Demócrata, de centro derecha, a su Primer Ministro, del Partido Socialista: “Señor Primer Ministro, cuente con la colaboración del PSD. Todo en lo que nosotros podamos, ayudaremos. Le deseo coraje, nervios de acero y mucha suerte. Porque su suerte es nuestra suerte”.

Igualito que aquí donde las muestras de patriotismo se reducen a ver quién la tiene más larga. La bandera, claro.

Rafael Hidalgo