En Durango disfrutamos de una Escuela de Música y Conservatorio de un nivel muy notorio. El buen nivel del alumnado se ve recompensado con una tasa muy alta de aprobados en las pruebas de acceso a estudios superiores, además de numerosos premios. La calidad del personal docente, un buen plan estratégico y las ganas de aprender de las y los alumnos nos ha llevado a ser un centro de referencia en Euskadi. Sin embargo, cuando asumí la presidencia del centro, me di cuenta rápidamente de que las anteriores corporaciones no prestaron la atención adecuada al edificio y ha sufrido un deterioro notable. La cultura y la educación son dos de nuestras prioridades por lo que hemos puesto en marcha un importante plan de inversión para mejorar su situación. Porque la calidad del centro no puede depender únicamente de la profesionalidad y buena voluntad del profesorado, que la hay y mucha.
Bartolomé Ertzilla nació en Durango en 1863. El compositor y concertista durangarra, además del brillante legado de su música, da nombre al centro donde se forman las y los nuevos talentos. De sus aulas han salido innumerables alumnos y alumnas que han nutrido y siguen nutriendo centros superiores como Musikene, agrupaciones como la Banda de Música de Durango o las diferentes orquestas intercentros. Incluso agrupaciones propias como Gehi Zazpi, Bart Sax, Bertzilla Gazte Orkestra,…
Estamos en junio y, como cada año por estas fechas, disfrutamos de los tradicionales conciertos de fin de curso. Para mí estos son los mejores de todos los conciertos que ofrecemos desde el centro a lo largo del año. Sea la primera vez o ya con ciertas tablas, estos conciertos les ayudan, no sin manejar un buen puñado de nervios compartidos con sus profesores y profesoras, a probarse encima del escenario. Familiares, amigos y amigas llenan el salón de actos del centro, escuchando con atención mientras la emoción y el orgullo se ve reflejado en sus caras.
Y ya llega el verano, finalizan las clases y otro curso ha pasado. Sin embargo, hay que seguir practicando durante el periodo estival. Porque la música es algo más que aprender a tocar, es una pasión que se lleva dentro los 365 días del año.
Hay gente muy buena en la escuela de música de Durango.