Curiosidades

El verano de este año de gracia ha muerto. ¡Viva el otoño! Las cosas, la vida, se van sucediendo como un carrusel y es que como decía Antonio Machado “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar…” y habría que añadir que “hasta que deja de hacerlo”.

La fecha en la que el verano ha dejado de serlo este año –23 de setiembre– la duración del día es igual a la de la noche, 12 horas, de ahí viene lo de “equinoccio”, expresión que proviene del latín y que significa “noche igual”.

Ese día, al igual que ocurrió con el inicio de la primavera en que se dio el otro equinoccio del año, el Sol salió por el este y se ocultó por el oeste y esos son los dos únicos días del año en los que tal cosa ocurre. Lo curioso es que la cantinela de “el sol sale por el este y se oculta por el oeste” se ha popularizado en lugar de emplear la exacta de que “el Sol sale por Levante y se oculta por Poniente y sólo en los equinoccios lo hace por el este y oeste, respectivamente”.

Los que somos urbanitas no llegamos a apreciar las sutilezas de, por ejemplo, por dónde sale el Sol en cada época del año, y es que esas cosas ocurren por nuestra ignorancia fruto de la falta de interés al respecto. Como curiosidad decir que en nuestra latitud, el Sol, el día en que comienza el verano aparece a 57º a la derecha del norte o sea hacia el este.

Cuando el verano acaba, el Sol en el equinoccio de otoño sale por el este como antes ha quedado dicho. Acabado el otoño comienza el invierno y ya entonces el Sol en su salida lo hace 33º al sur del este o lo que es lo mismo a 123º del norte. Y en la infatigable marcha de la Tierra alrededor del centro del Sistema Solar que es el Sol, al final del invierno hace su aparición otra vez la primavera en cuyo comienzo, el astro al que debemos la vida, aparece por el este.

El conocimiento de esta circunstancia astronómica realmente no aporta nada que nos ayude a vivir, pero tendrán que reconocer conmigo en que mujeres y hombres no sólo viven de alimentarse de pan.

Pero esa omisión tan común no es nada comparada con el tremendo error que cometen aquellos que niegan sistemáticamente el cambio climático y el de los terraplanistas que niegan con argumentos peregrinos que la Tierra sea una esfera achatada por los polos (el diámetro de la Tierra en el Ecuador es 43 km. mayor que el del meridiano que pasa por los polos).

A esos iluminados que son los que ¿piensan? que la Tierra es plana, la reveladora fotografía que aparece al final de este escrito, tomada a 50 km. del parque eólico denominado “Thorntonkbank Wind Farm” que está localizado en el mar del Norte frente a la costa belga, les dedico esta espléndida imagen donde se aprecia que si los molinos que aparecen a la izquierda de la imagen tienen la misma altura que los que aparecen en primer término, ¿cómo explicar que se muestren apenas si no es porque la Tierra es una esfera y no plana, en cuyo caso las alturas de los molinos aparecerían todas iguales?

Este error que cometen los terraplanistas me recuerda a otro del mismo signo que cometen, que cometemos, muchas personas, rubias o morenas, altos o bajos, delgados o gordos… cuando nos convencemos a nosotros mismos creando una determinada e interesada historia y la hacemos nuestra, defendiéndola a capa y espada aunque vaya en contra de toda evidencia

Pero bueno, esto es así desde que el mundo es mundo y no hay quien lo cambie por lo que toca vivir con ello de la mejor manera. Sean ustedes moderadamente felices ya que todos los excesos son malos. Gero arte, Bonaparte.

Rafael Hidalgo