Ser durangués implica soportar (o disfrutar) algunos olores: el de las fundiciones en Tabira; el de la papelera de Arriaundi cuando sopla el viento; el agradable olor a café en los alrededores del Matadero…
Hace ya algunos meses andábamos mosqueados en el casco histórico. Atufaba a boñiga, a excremento. Llamaba nuestra atención y lógico, como animales, olisqueábamos intentando averiguar la fuente de aquella hediondez. Y ¡equilicuá! fue mayúscula la sorpresa cuando nos percatamos de que las inocentes flores de adorno del casco viejo tenían su parte de culpa: las vastas macetas negras habían sido sembradas de estiércol.
La historia se ha vuelto a repetir hace unos días, a principios de septiembre. Un hedor a excremento volvió a invadir Durango. Esta vez era un olor más profundo, más sospechoso, algo más industrial, pensé. No fui el único que lo detectó. Imaginé y elaboré mi propio “mapa de los olores de Durango”. Fíjense bien, reflexionen, Durango despide olores, Durango huele. Huele a calle, huele a río, huele a hierba, huele a pan, a pescado en el mercado…
Pero los olores parecen invisibles. “Más vale una imagen que mil olores”, pensarán las autoridades, porque a mi todavía nadie me ha explicado lo que ocurrió a principios de septiembre. Pero que no se hagan los remolones, porque esas autoridades cuando quieren, investigan; cuando quiere se explican. El 16 de septiembre, por ejemplo, Durango olía a tulipán por alguna circunstancia, pero el olor de miles de flores no engañó a las autoridades: decomisaron 102 kilos de speed procedentes de Holanda en un camión lleno de tulipanes. Y la noticia retumbó en todos los medios de comunicación.
Sin ciudadano que pregunte y sin autoridad que explique cada cuál da su versión. Alguien me comentó que el olor de principios de este mes podría estar relacionado con purines. ¿Y que es el purín? Wikipedia explica: “el principal uso de esta palabra es para referirse a los excrementos líquidos del cerdo” (http://es.wikipedia.org/wiki/Pur%C3%ADn). También dice que es altamente contaminante y su control es obligatorio. Y yo me pregunto, “¿vemos normal y/o habitual los durangueses y duranguesas que nuestro pueblo huela a purín? ¿es nuestra labor pedir que se nos informe de la procedencia de los olores? ¿quién pregunta y quién responde, y quién da explicaciones?
Bravo Julen, ton article est…INCREDIBLE !!! Hasta Luego
En algun momento se dice en el texto que alguien no tenga comprension hacia los baserritarras? Que yo sepa simplemente se pregunta porque nadie da explicaciones a este tipo de cuestiones. Claro que olía mal esos días y mucha gente se preguntaba que pasaba!
En Berriz hay una granja de vacas y esos dias si no me equivoco hizo bastante calor. Al hilo de lo de costipado, tiene razon, en Karranza por ejemplo hay exceso de purines producidos por las numerosas granjas de vacas que hay, y han hecho una central electrica que funciona a base de purines. Julen, hay que ser un poco mas rural!
Del 12 al 14 de septiembre olia a estiercol no solo en Durango, en Garai el hedor era insoportable y en Matiena igual. Algo raro paso esos dias…
Hay Julen Julen, so yo te hablara de las autoridades y tu de la politica. Lo logico y si se trata de purin (cagadas y meadas de ganado que los baserritarras echan como abono a las campas) pues no hace falta ser muy listo y pensar donde esta el objeto de discordia. La contaminacion de la mierda y meada producida por ti, por mi o por cualquier animal, dentro de un uso logico viene de que en zonas con grandes densidades ganaderas
(Que no es el caso) las campas no adsorben todo el purin que se produce y el agua de la lluvia lo arrastra a los rios donde se oxida, elimina el oxigeno del agua y los peces mueren. Creo que el mal olor natural se quitacon comprension hacia los baserritarras y los problemas se busacn donde estan realmente, a no ser que se pretenda entrar en la politicca.