Sorprende a recién llegados y nativos encontrar de vez en cuando entre nosotros rostros con rasgos chinos y ojos rasgados de vascos y vascas nacidos en cualquier rincón de Euskadi. Especialmente en los pueblos que han cultivado y cultivan la cesta punta.
Olvidadizos que somos. Porque durante muchos años, a lo largo del siglo XX, y todavía hoy, hay frontones de cesta punta en Cuba, Filipinas, Macao, Indonesia, y en la misma China. Y de siempre los jugadores profesionales que juegan en ellos son casi el 90% vascos, y pasan largas temporadas y años
de su vida allí.
De donde vienen luego un señor y una señora o señorita Larrucea, Etxebarría etcétera, fruto de matrimonios entre pelotaris vascos y damas filipinas, indonesias o chinas. Que hablan con soltura inglés, castellano y euskera, por supuesto.
Y además del deporte, actividades variadas han llevado a Filipinas a emprendedores vascos, y a una de las figuras de la historia vasca actual, la escritora y poeta Teresa Aldamiz Mendiguren, esposa del médico puericultor asesinado por el GAL en su mismo despacho Santiago Brouard. Aldamiz nos ha dejado varias obras de gran valor literario tanto en inglés como en castellano.
Alguien se equivocó en aquella película que tituló ‘Los últimos de Filipinas’. Quedan todavía los cestapuntistas vascos.
A todas y todos nuestros convecinos y vascos que siguen allá lejos, nuestro saludo y gratitud por la imagen que transmiten de nuestro pueblo.
acaso el deporte no es politica? para que existen las selecciones nacionales?
Tu comentario es acordé a tu Nick
Es de mal educados mezclar deporte y politica