Desgana

Ha querido el azar, que a la vuelta de
esas mini-vacaciones, si es que algún
día me fui, tuviera una cita con mi
dermatólogo en ???El Gran
Hotel??? de Usansolo-Galdakao.

Quienes me lean se preguntarán lo
que pueda importarles a ellos mi salud, pero
en estos momentos en los que tengo la cara
cosida, la desgana no me permite escribir
sobre otra cosa, aunque con el gran verano
que nos ha hecho, en mi caso, la
revisión prevista en día y hora
resulta de agradecer.

De cualquier manera haré un
esfuerzo para encontrar un tema sobre el que
verse el folio electrónico que tengo
ante mí.

Díceme el señor doctor
cirujano que mi piel es muy clara y ha
envejecido más de lo que aparento.
Agradecido estoy por sus palabras de
ánimo pero me ha vuelto a rajar la
cara, que no partírmela, en castigo a
mi uso y abuso del hermano Sol durante
muchas temporadas de ciclismo y un
montón de horas sobre el sillín,
descuidando mi cutis.

Aunque no tantas como las del
ínclito y genuino Joserra Castillo
???Castelvecchio??? que nos ha
dejado este verano y a quién
rendiremos homenaje el próximo 4 de
octubre ante la fuente de Kurutziaga que no da
agua.

Suelo bromear con mi hermana sobre
Osakidetza y casualmente un rato antes de
ponerme ante el ordenador, me ha comentado
que la SS comenzará a enviarnos los
diagnósticos y avisos por WhatsApp.

Ya me ha extrañado un poco que le
haya tenido que firmar hoy a mi
médico un documento en el que le
autorizaba a estar en contínuo
contacto, para hacer un seguimiento de mis
afecciones de piel.

O sea que, para corroborar la noticia, mi
hermana va y me manda un mensaje con una
larga lista de emoticonos con las que se
identificarán las mil y una
enfermedades que los animales humanos
padecemos, desde hemorroides hasta
depresión, pasando por gastritis o
alopecia. Ríanse ustedes. Vamos, que
no nos quieren ver por allí porque el
alojamiento sale caro.

Cuando voy a las carreras ciclistas suelo
desearles a los ATS de la Cruz Roja de las
ambulancias que trabajen poco, porque es
buena señal, aunque en ocasiones me
he planteado ???padecer algo???, ya
que es un lujazo tener pagada la
pensión completa, con médicos
que se preocupan diariamente de tu salud,
enfermeras que te atienden, auxiliares que te
limpian la habitación y te cambian las
sábanas.

O sea, como en tu propia casa… cuando
eras pequeño y vivías, sobre
todo, con tu madre.

Alguno pensará que estoy pidiendo
a gritos que mi familia me ingrese en una
residencia. Tampoco es eso. Sencillamente es
que hay momentos en que uno se pone
???mimosín??? y le gusta que
le dispensen toda clase de atenciones. Una
temporadita no más, ¿eh?

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.