Hace tiempo que se escucha la
frase “Somos lo que
comemos”. Tanto que se le
atribuye nada menos que a
Hipócrates, quien
advirtió también:
“Que tu alimento sea tu medicina,
y que tu medicina sea tu
alimento”.
Cada vez más y
más investigaciones
científicas señalan
que la mala alimentación
es la causa de muchas
enfermedades graves y
crónicas, terminados tipos
de cánceres entre ellas. Y si
no se hace el hincapié que
se debiera a este punto es, en
opinión de ciertas voces
críticas de la medicina,
porque perjudica los intereses de
las multinacionales
agroalimentarias y
farmacéuticas.
Cualquier persona que tenga la
buena costumbre de observar su
cuerpo sabe que hay comestibles y
líquidos que le caen muy
bien, y otros que le sientan fatal.
Estos últimos pueden
causar molestias como problemas
digestivos, dolores de vientre,
fatiga, somnolencia, etc. En
general, comer sana y sobriamente
aporta energía y una
alimentación desequilibrada
causa problemas a corto, a medio
y largo plazo si esto se convierte
en costumbre.
Otro problema añadido
es la inconsciencia al ingerir
alimentos o productos sin valor
nutricional. Comer de forma
descuidada engorda. Comer para
llenar vacíos engorda.
Comer para suplir carencias
engorda. Comer para protegerse
mediante un cuerpo robusto
engorda. Comer por hábito
engorda.
Hay tendencias dentro del
coaching nutricional que defienden
que las dietas no sirven para
mucho si no se cambian los
hábitos y se trabajan el
resto de factores que influyen en el
hábito de comer mal y en
exceso. La realidad demuestra que
ponerse a régimen sirve,
pero una vez que se abandona se
acaban sus beneficios y se
recupera el peso perdido, si no
más.
Es una tendencia bastante
generalizada iniciar una dieta para
compensar los excesos
navideños. Sin duda, un
poco de higiene alimentaria nos
viene muy bien, pero tanto para
esta época como para
más adelante sería
bueno atender a estos aspectos:
Cuando vayas a comer, respira
hondo y pregúntate para
qué vas a hacerlo.
¿Sientes hambre realmente
(muchas veces se come cuando
simplemente se tiene sed)?:
-Si efectivamente buscas
saciar el hambre, bebe un vaso de
agua y luego come.
-Si es
porque te aburres, bebe un vaso
de agua y haz algo divertido o
entretenido.
-Si es porque te
sientes sol@, bebe un vaso de
agua y ponte en contacto con
alguien.
-Si es porque
necesitas cariño, bebe un
vaso de agua y abraza a alguien.
-Si es porque estás
nervios@, bebe un vaso de agua y
respira hondo (llevando el aire
hasta el vientre) cinco veces.
-Si es porque sientes un
vacío, bebe dos vasos de
agua, y ponte a reflexionar sobre
tu vida.
Gracias Kloé por ayudarnos a sumergirnos aún más en las profundidades de nuestras compulsiones.
Gracias Kloé por ayudarnos a sumergirnos aún más en las profundidades de nuestras compulsiones.
Y si tu vida es triste,ingrata o sin sentido, bebe 3 vasos de agua. Con el primero abraza tu carencia; con el segundo respira tu incertidumbre; con el tercero ordena tu desasosiego.
No comas por comer, sino porque sientes apetito.
Buenos consejos ¡Me encanta!
Y si tu vida es triste,ingrata o sin sentido, bebe 3 vasos de agua. Con el primero abraza tu carencia; con el segundo respira tu incertidumbre; con el tercero ordena tu desasosiego.
No comas por comer, sino porque sientes apetito.
Buenos consejos ¡Me encanta!