Real y Athletic saltaban al terreno de juego de Anoeta portando la ikurriña, como lo hicieran hace 34 años Iribar y Kortabarria en el viejo Atotxa. En aquella ocasión el conjunto txuri-urdin vapuleó al equipo bilbaíno con un incontestable 5-0. Los prolegómenos del partido de ayer estaban cargados de simbolismo porque también se homenajeó al poeta y cantante Xavier Lete, que tristemente nos dejaba el pasado sábado. A partir de ahí, nueva victoria de los guipuzcoanos, muy superiores ayer. Ganaron al gran rival, con un público más entregado que nunca. Vencer al Athletic es su mayor y mejor fiesta deportiva.
Hacía tiempo que no veía un encuentro completo del Athletic, yo creo que desde que jugaron frente al Real Madrid. En aquella ocasión, los leones me gustaron mucho más, aunque el resultado final fuera igualmente negativo. Pero esta vez los de Caparrós no hicieron nada para llegar a merecer algún punto en juego. No fue el día de San José, autor del penalti y de un gol en propia puerta, ni tampoco el de Susaeta (nada de lo que hizo fue acertado), o Muniain, empeñado en hacer la guerra por su cuenta y no aportar absolutamente nada al equipo, y así prácticamente todos, quizás salvo Iraola.
Macua sabía que su equipo, además de perder, había ofrecido ese tipo de imagen que no gusta ver ni desde dentro ni desde fuera, algo así como una aparente (seguro que no real) falta de “ganas”. Algunos lo llaman de otra forma.
Me hizo recordar mucho al partido de Tercera que presencié el sábado en Urbieta entre el cuadro local, Gernika, y el Amorebieta. De cien partidos los azules no iban a ganarlos ninguna de las veces. Y es que esas negativas sensaciones las debió tener Macua en Anoeta, quien pocas veces hace valoraciones técnico-deportivas, y esta vez las hizo tras el partido. Tuvo un tono educado pero crítico. No le gustó nada lo ofrecido por su equipo.
Tampoco entiendo que este encuentro estuviera etiquetado como partido de alto riesgo. Al menos en las gradas la cordialidad y la fiesta eran vividas de forma exquisita por ambas aficiones. Es una buena noticia. A Donostia siempre acuden muchos más hinchas rojiblancos que del lado contrario a San Mames. En las calles donostiarras se vive más intensamente esa pluralidad y amalgama de colores de uno y otro equipo, y parece que de forma extraordinaria.
Tiempo ahora, como apuntaba Macua, para la reflexión. Mientras, muchos otros tenemos la posibilidad de ver al Athletic y Real Sociedad alevín en el torneo internacional de Amorebieta que comienza mañana y deleitarnos con un fútbol lleno de esencia, pureza y atrevimiento. Ojeadores de aquí y de allí, padres y aficionados tendrán la oportunidad de seguir a las “canteras” que actualmente más fútbol proponen: FC Barcelona, Inter de Milán o Athletic, entre otros.
Creo que ayer makua se resfrio en Anoeta. Por eso se tapa la cara con la bufanda. jajajajajajajajajajaja