El inoperante LABI

10,6% de positividad. 1.217 nuevos casos de contagio del covid-19, según datos del viernes. ¿Qué medidas adopta el LABI, aunque bien pensado da la sensación de que ellos sugieren, apuntan, y es Urkullu el que toma la decisión final o por lo menos él aparece siempre para decir la última palabra como si no tuviéramos una Consejera de Salud?

Pues bien, esta vez parece ser que ha sido el LABI el que ha salido a la palestra, no para tomar ninguna medida restrictiva que añadir a las ya existentes, sino para recomendar que seamos buenos y temerosos de Dios y que no juguemos con las cosas de comer….y beber. Así, sin más.

Esta actitud viene a sumarse a la que ha mantenido el ejecutivo de nuestro Gobierno autonómico desde el comienzo de la pandemia y que no ha sido otra que la de primar votos y economía por encima de la salud de la población, adoptando medidas sanitarias insuficientes y tardías en un intento de no molestar excesivamente a los futuros votantes y no perjudicar la economía, nido también de votantes entre sus titulares.

Por tanto el ejecutivo, incapaz de frenar ese desmadre y foco de contagios que supone los famosos “botellones” (a los que no ha dado la importancia que merecen durante un montón de años) por un lado y de tomar medidas contundentes por otro, obviando que los gobernantes no están para tomar medidas populares sino efectivas, ahora con la quinta ola ya en marcha demuestra que poco ha aprendido de las cuatro anteriores y se ha refugiado en el cómodo, “dejar hacer, dejar pasar” y que salga el sol por Antequera.

Rafael Hidalgo