El equipo de gobierno de nuestro Ayuntamiento, en linea con su programa electoral, se ha embarcado en una tarea tan necesaria como ardua, ya que tras 40 años en que los sucesivos mandatarios hicieran política de una determinada manera, ha puesto manos a la obra para realizar su proyecto de “participación ciudadana”. Hará dos años que colaboré de manera tangencial con un ayuntamiento canario en la implantación de un proyecto de este tipo y sabiendo que la rueda está ya inventada me puse a bucear entre los proyectos ya existentes en (como decía Franco) el Estado español y entre los muchos y varios localizados, encontré uno que me pareció muy interesante.
Se trata del que realizó el Ayuntamiento de Calviá, pueblo mallorquín de unos 50.000 habitantes situado al oeste y a unos 20 km. de la capital de la isla. Esa dimensión del pueblo mallorquín puede encajar en el proyecto que se quiere desarrollar en Durango. Del ambicioso contenido del mismo se desprende que una vez desarrollado en su totalidad, el “empoderamiento” de la ciudadanía alcanzaría un nivel importante a la vez que pone de manifiesto que para implantar un sistema de esas características es necesario realizar un importante esfuerzo de adaptación de la ciudadanía tan poco acostumbrada a estos democráticos menesteres o lo que es lo mismo, el proyecto no puede ni debe implantarse por decreto ley porque de hacerlo así estaría condenado al fracaso de forma que se cometería un error probablemente irreversible y es por tanto de todo punto necesario, bajo mi punto de vista, efectuar una intensa labor previa de “catecumenado”, para lo cual habrá que dedicar un tiempo y esfuerzos importantes a ilustrar a través de reuniones informativas y formativas la esencia del citado “empoderamiento” a través del conocimiento de la norma, el reglamento que conduzca el proceso, ya que es la primera ocasión en la que la ciudadanía de Durango se encuentra con esa forma democrática sistematizada de influir de manera directa en la gestión municipal.
El proyecto, pues, es de una enorme trascendencia y complejidad, por lo que sin duda llevará un tiempo de gestación elevado. Por otra parte, si vamos a dedicar tiempo y dinero a realizar, dado su grado de obsolescencia, una página web del ayuntamiento recabando la colaboración de profesionales del sector, lo que me parece de perlas, la redacción de este proyecto total de participación ciudadana, consensuado entre los dos partidos del equipo de gobierno (obviamente esto no puede ser obra de uno solo de ellos), consistente en la propia redacción del mismo, el conseguir la colaboración de la oposición, si ello fuera posible, el obligado trámite de las enmiendas, su aprobación en el pleno, la fase de información y formación de la ciudadanía, la puesta en acción paso a paso del mismo y la complicada administración de las aportaciones que se vayan efectuando, requerirán bajo mi punto de vista, la muy directa colaboración de profesionales del tema – que existen – ya que el asunto es demasiado importante y lo digo con ánimo constructivo siendo coherente con el voto que preste en las últimas elecciones municipales y por supuesto sin ánimo de molestar, como para que sea realizado exclusivamente por personas enormemente voluntariosas, eso sí, pero a las que no les habrán salido los dientes realizando proyectos como el que nos ocupa.
En definitiva, parodiando, aunque exagerando con el ánimo de simplificar, al que fue Presidente de Francia, Clemenceau, “la guerra es demasiado seria como para dejarla (se me ocurre ampliarla con la palabra solo) en manos de los militares”. Suerte y ánimo.