El tren, a la agenda política

Ahora que el virus nos tiene encerrados, con tiempo de sobra para aburrirnos e incluso reflexionar, aprovecho para traer a esta columna el tema del transporte público ferroviario. Quiero plantear un par de propuestas con la intención de trasladarlas a la opinión pública y, ya de paso, ver si se pueden trasladar a la agenda política de nuestras instituciones.

Desde que se desdobló la línea de Euskotren desde Amorebieta hasta Lebario y con el soterramiento desde Iurreta hasta Traña, tenemos una infraestructura ferroviaria moderna preparada para desarrollar un servicio excelente con una capacidad de atender frecuencias tan altas como las de una línea de metro. Tanto es así que nuestro tren, en el que nos montamos en Durangaldea, forma parte del servicio de la línea 3 de metro Bilbao desde Kukullaga en Etxebarri hasta Matiko en Bilbao desde junio de 2017.

Sin embargo, el servicio ferroviario está estancado en dos trenes a la hora, cuando repito que la infraestructura está perfectamente preparada para dar servicio a frecuencias mayores. Imaginemos que sin llegar a los 7.5 minutos de frecuencia, como lo son en la propia línea 3 de metro que compartimos en Bilbao, pasamos a disponer de una frecuencia de 15 minutos. Cuatro trenes por hora. Imaginemos el salto cualitativo que supone pasar a un servicio prácticamente de metro, el cambio mental que supone el acceder a un servicio de transporte público sin preocuparse de conocer siquiera los horarios porque, en el peor de los casos, el próximo tren llega en 15 minutos.

La posibilidad de disponer de un servicio ferroviario semejante facilitaría considerablemente nuestros desplazamientos hacia Bilbao, a Amorebieta –municipio al que el tren solo tarda en llegar 12 minutos– o al mismísimo Traña, al que llega en 2 minutos. Y más importante aún, hacia Durango desde Traña, Amorebieta o el mismo Bilbao, pero no únicamente para volver nosotros, sino que para que desde el gran Bilbao tengan una puerta abierta para acercarse y conocernos. Habría un tren cada 15 minutos o lo que es lo mismo, uno de cada dos trenes que circule por Zazpikaleak llegará hasta Durango. Tenemos que preocuparnos más de lo que el tren nos ofrece de forma colectiva como sociedad, comunidad, municipio y comarca, que quedarnos únicamente con la visión de lo que nos aporta de forma individual.

Para conseguir duplicar esta frecuencia desde los 30 minutos actuales a los deseables 15, tendremos que ver qué es lo que hay a nuestro alrededor, para percatarnos de que de Lebario hacia Donosti la infraestructura pasa a tener vía única y, por lo tanto, la frecuencia tendrá que mantenerse como está. Lebario con sus instalaciones y playa de vías es el espacio perfecto para desarrollar todas las maniobras y vías de espera para desarrollar perfectamente el servicio.

En el sentido opuesto, desde Bilbao, todos los municipios, desde el populoso Basauri al minúsculo Bedia, todos disponen de frecuencia de 15 minutos, incluido Amorebieta, si bien en este caso la mitad de los trenes lo hacen en la estación, en la línea principal, y la otra mitad lo hacen en el apeadero de la línea Bilbao-Bermeo.

Ateniéndonos al estado actual del servicio podemos concluir que el barrio de Euba, Durango y Traña son los tres únicos puntos con estaciones situadas en la doble vía que discurre entre Bilbao y Lebario y solo disponen de un tren cada 30 minutos. Esta situación se da por la confluencia de los servicios de dos líneas diferentes desde Bilbao hasta Amorebieta, la E1 Bilbao-Donostia, y la E4 Bilbao-Bermeo, que se separan en Amorebieta, justo antes de la estación de esta localidad.

Desde el punto en el que se separan las dos líneas, los trenes que continúan dirección Donostia tienen por delante 13 kilómetros hasta Lebario, que se cubren en apenas 15 minutos, mientras que los que continúan trayecto dirección Bermeo tienen por delante 29 kilómetros de vía única que tardan en cubrir 45 minutos.

Así pues, visto como se desarrolla el servicio ferroviario en las dos líneas y teniendo en cuenta que las dos ofrecen frecuencias de 30 minutos, para conseguir una frecuencia de 15 minutos desde Bilbao hasta Lebario bastaría con que los trenes de la línea de Bermeo desarrollaran su servicio desde Bermeo hasta la estación de Amorebieta en formato cerrado, utilizando la vía y el anden existentes en dicha estación. De esta manera y con la ampliación de dos unidades de tren al servicio, no se precisaría de ninguna inversión, ya que toda la infraestructura necesaria está ejecutada y en perfecto estado de mantenimiento.

Que el servicio de la línea E4 quede “confinado” entre Amorebieta y Bermeo implicará evidentemente que en la estación de Amorebieta los usuarios se vean obligados a realizar un transbordo, pero esta puede ser una “incomodidad” mínima con el ajuste de los horarios del servicio para que el proceso se realice en el menor tiempo posible. Como ventaja relevante, con este modelo se consigue la conexión directa de Durangaldea y Urdaibai, hasta ahora inexistente.

Como ejemplo, en poco más de media hora, se podrá viajar en tren de Durango a Gernika o viceversa. El “confinamiento” de la línea E4 Bilbao-Bermeo que supondría la transformación en línea Amorebieta-Bermeo, no supone un retroceso en el servicio para los usuarios de Bermeo si se produce un reforzamiento del servicio con la ampliación de frecuencias entre el propio Bermeo y Gernika, puesto que en estos últimos 14 kilómetros es donde se concentra la práctica totalidad de los residentes de la comarca. Para los desplazamientos a Bilbao desde Bermeo, los autobuses de Bizkaibus de la línea Bermeo-Munguia-Bilbao ofrecen un servicio mejor valorado por los bermeotarras, ya que en 50 minutos les deja en el centro de Bilbao (Moyua), frente a los 80 minutos que tarda en llevarles el tren a Zazpikaleak.

En resumen, conseguir que la frecuencia del servicio de Euskotren pase a ser de 15 minutos hasta Lebario supone un avance enorme a nivel comarcal (Amorebieta,  Iurreta, Durango, Abadiano), intercomarcal (conexión Durangaldea-Urdaibai), y de conexión y oportunidades con relación al Gran Bilbao. Y si todo esto se consigue con una modificación del formato de gestión de las líneas sin apenas ninguna inversión, creo que se puede añadir una última propuesta en la que sí hay que hacer una pequeña inversión, y se trata de la siguiente.

Ya que la doble vía llega hasta Lebario y situándose en este punto los talleres y playas de vías de Euskotren, este espacio se convierte en un lugar propicio para gestionar las nuevas frecuencias. Sería muy interesante dar acceso público al andén que da servicio a los trabajadores de los talleres de Euskotren y, de esta manera, ofrecer servicio ferroviario al polígono industrial de Lebario en el que desarrollan su actividad laboral más de 1.200 trabajadores.

Poner en marcha este servicio no es ni caro ni complicado, ya que el actual andén tiene todos los servicios necesarios, incluido ascensor, y prácticamente la totalidad de los trenes que pasan por ese punto paran para recoger o dejar a algún trabajador. Y para dar acceso al polígono basta con una pasarela peatonal sobre la Nacional 634 y unas escaleras y ascensor gemelo del que existe en el andén. En definitiva, poca inversión para ofrecer un servicio de transporte público a tantos trabajadores.

¿Fácil? Sí. ¿Barato? También. Lo difícil y caro ya lo hicimos hace unos años y lo tenemos desaprovechado, hay que tomar la iniciativa y reivindicar.

Un cariñoso abrazo a todos y que salgamos pronto y de la manera mejor posible del maldito agujero en el que nos encontramos.

Alberto Uriguen