Quién nos iba a decir cuando estábamos celebrando la entrada en el 2020 que este año nos tenía preparada tan horrible sorpresa. Estamos en la recta final, llevamos nueve meses pendientes de un virus y viviendo con la “nueva normalidad”.
Lo que está claro es que este año es para olvidar. A nivel sanitario por supuesto, pero el económico y el social no están mucho mejor. No tenemos más que ver los datos del paro de Durango y el llamamiento que se nos hace desde la JAED a que este año colaboremos con ellos, que nos necesitan más que nunca. Que nos acerquemos a su stand a comprar sus famosas rifas que es una forma fácil y rápida de ayudar a los que más lo necesitan ahora.
Estos días toca pensar: ¿Con quién voy a cenar el 24 o con quiñen voy a comer el 1 de enero? Al final se ha decidido que en esta fechas tan señaladas, en torno a una misma mesa, podamos estar 10 personas; eso sí, con un montón de recomendaciones y apelando a la responsabilidad de toda la ciudadanía.
Y mientras tanto, nos están mentalizando ya de que la tercera ola llegará en breve. Para las que estamos acostumbradas a Navidades multitudinarias en las que nos juntamos hasta cuatro generaciones este año van a ser muy distintas. Tenemos que pensar que días para celebrar hay muchos durante el año pero aita, ama, amama y aitite son únicos.
Si nos hacen pedir un deseo para el próximo año, la inmensa mayoría coincidiríamos en que se acabe esta pesadilla. Pero vamos a intentar ser un poco positivos, la vacuna está cada vez más cerca. Incluso ya hay un Plan de vacunación de 9 meses con 3 fases y 15 grupos en función del riesgo.
Vacunas, que se han desarrollado tras mucho trabajo, que no se han saltado ningún paso y que deben ser aprobadas por los organismos correspondientes, por tanto, no debemos poner en duda su seguridad. Con la vacuna podremos recuperar muchos hábitos que habíamos perdido, sobre todo los sociales. Ahora más que nunca, cuídate y cuida a los tuyos que cada vez estamos más cerca de alcanzar la luz que está al final del túnel.
Cuéntanos más, majo.
El virus es una mentira del gobierno, como otras tantas.
Ale pues a cuidar NO-enfermos a una planta covid sin EPI