Euskadi aldatu ahal dugu

Ahora podemos Cambiar Euskadi, sin partir de cero, confiando en la gente que hace tiempo que trabaja para que este país sea más justo. Enfrentando el miedo con el ejemplo, demostrando con pequeños pasos, desde los pueblos y barrios, desde la mayoría social trabajadora, que existe otra forma de gestionar las instituciones y es posible responder a la crisis ecológica y social.

Queremos un Lehendakari comprometido con los derechos de las personas trabajadoras y la mayoría social afectada por la crisis

En Euskadi hemos tenido demasiados Lehendakaris cuya única experiencia laboral ha sido la de trabajar en su partido o tener cargos en las instituciones. Sus consejos asesores estaban formados por grandes empresarios y ejecutivos.

Creemos que es hora de poner las instituciones vascas al servicio de la mayoría de la población y de que apostemos por recuperar los derechos laborales y sociales que nos han ido arrebatando.

Elegir como candidato a una persona que lleva toda su vida implicado en esa lucha es el primer paso para conseguir una nueva mayoría de gobierno que ponga en marcha un plan de rescate ciudadano.

EJES PRINCIPALES

•  La lucha por la Democracia y la Soberanía: Derecho a decidir

Consideramos a la ciudadanía vasca como protagonista de su propio destino, quien ha de pronunciarse, a través de formas libremente decididas, sobre su autogobierno y sobre cuál debe ser su futuro en todos los campos. Entendemos, también, que la soberanía popular es la capacidad de decidir sobre todas aquellas cuestiones que afectan a su vida: la soberanía energética, la soberanía alimentaria, así como el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.

• La lucha por una vida digna

Tenemos que poner fin al retroceso en derechos sociales y empezar a avanzar en su ampliación: ya no se trata solo de recuperar los derechos perdidos en los últimos años, sino de empezar a conquistar nuevos. Dando respuesta a la emergencia social, al mismo tiempo que construimos un nuevo modelo económico y social en el que la ciudadanía y las trabajadoras y trabajadores pueda tener una vida digna, avanzando así en la transición hacia un nuevo modelo productivo, que nos permita vivir mejor sin destruir el planeta y que ponga fin a la desigualdades por razón de género, clase o raza.

• La regeneración de un sistema en descomposición.

El sistema político actual, fruto de la Constitución del 78, ha generado el escenario perfecto para que la casta política se encierre en las instituciones, manejando el dinero público con despilfarro y sin transparencia y, a menudo, con corrupción y clientelismo. El mejor antídoto contra estas prácticas, la mejor forma de poner fin al “capitalismo de amiguetes”, es la transparencia y la participación, esto es, dotar a las instituciones de los mecanismos y recursos necesarios que permitan a toda la ciudadanía conocer cómo se gestiona su dinero y cómo puede plantear demandas y preguntas. Abriendo el camino real a la participación ciudadana en el control de las instituciones.

• Procesos Constituyentes

En la situación actual, la única forma de llevar a cabo una transformación real que ponga fin a un sistema político y económico pensado para beneficiar a unos pocos, en detrimento y perjuicio de la gran mayoría, es con la apertura de nuevos Procesos Constituyentes. Procesos Constituyentes que nos permitan reabrir el debate sobre el modelo de Estado, de sociedad y de sistema económico que queremos, para sentar unas nuevas bases que nos permitan pasar página y empezar de nuevo con un modelo más justo y participativo.

Concejala de Herriaren Eskubidea