Ahora se nos acercan una fechas señaladas, las Navidades, hay a quien le gustan y quien las quitaría del mapa. En mi casa las celebramos todos juntos, cada uno tenemos nuestra tarea y mi amama todavía se encarga de hacer algunos de sus platos estrella. Mi amama que tiene 84 años y vive sola, pero vive sola porque ella así lo ha decidido, porque prefiere tener su espacio y que todas sus hijas, nietas, nietos y biznietas vayamos allí. Por desgracia hay mucha gente mayor que no tiene esa posibilidad, sino que tiene la obligación de estar sola porque por desgracia no tiene a nadie.
En Durango tenemos alrededor de 450 personas mayores de 80 años que viven solas. Las cifras invitan a reflexionar y abordar un fenómeno, la soledad, que no hará más que agravarse.
Además de los que viven solos, hay una soledad invisible que crece a nuestro alrededor pero en la que nunca o casi nunca reparamos. Sabemos cuántos mayores viven solos, pero no se sabemos cuántos se sienten solos. La soledad es mucho más que quedarse solo, la sufren incluso quienes, rodeados de la familia, no cuentan con amistades de su edad, de gente con intereses comunes. A todo esto debemos sumarle que el hecho de vivir en una sociedad cada vez más independiente no ayuda.
Cada vez es más importante atender a los mayores ayudarles a su socialización, a mejorar su condición física y darles una atención integral. Debemos de tomar medidas que les haga que esa etapa de su vida sea más fácil y plena. Tener una vida social activa y sentirse parte de una comunidad es fundamental.
Desde las instituciones debemos ser capaces de coordinar a los diferentes actores implicados, administraciones, agentes sociales, familiares y profesionales, para colaborar conjuntamente y ofrecer soluciones y una red de recursos.
Pero cada uno podemos aportar nuestro granito, seguro que todos conocemos y tenemos a nuestro alrededor alguna persona mayor. No cuesta mucho estar alerta con esos mayores para evitar que la soledad les invada. Si cada una hacemos lo que está en nuestra mano por poco que sea para ellos será mucho.
Bueno reflexión Jésica aunque yo no celebre la fiestas, cuanto dolor hay en esa soledad.
¿A cuantos ancian@s dices te vas a llevar a casa estas navidades? ¿y el resto del año?