Cuentistas, comediantes y quienes creemos que no debemos abandonar nuestros sueños a pesar del tiempo porque éste de todas formas pasará, siempre hemos tenido una parte o un todo de rebeldía y de acracia.
Los “marionetos” que son manejados por los titiriteros representan un mundo de ficción por la utopía que persiguen, mucho nos tememos.
Así que van y encarcelan a Sacco y Vanzetti, acusándoles de ser “apologetos” del terrorismo, no vaya a ser que a más de uno le estalle la cabeza, escuchando una y otra vez el eco de su amo resonando en el Valle de los Caídos: “no se os puede dejar solos, solos, olos, olos….”
Porque sobra bilis y falta masa cerebral, porque escasea la justicia y existe abundante sed de venganza, continúa el sainete fuera de los escenarios infantiles, desde que quien estrenó su DNI con el número 1 allá por 1951, nos dejó un legado que pese a quien pese emerge en pleno siglo XXI, que lamentablemente no lleva el camino de convertirse en un nuevo Siglo de las Luces.
Así que en pleno año 2015 San Jorge vuelve a ser protagonista en su lucha contra Dragoneta, aunque el bicho sea simplemente un ser imaginario de un tal Jacobo, quien para nada oculta agenda alguna con conspiraciones judeo-masónicas o comunista-separatistas.
El pasado 30 de enero, aniversario de la muerte de Gandhi, se celebró el Día Escolar de la No-violencia y la Paz. Resulta obvio explicar la finalidad del DENYP aunque queda patente que al poder le molesta que de vez en cuando le recuerden quién fomenta y ejerce la violencia más allá de los “fuera de la ley”.
Y ya veréis la que se puede montar, cuando alguien le susurre al oído, que las tribus sublevadas del norte tienen una aldea de nombre Iraeta. Ipso facto, es capaz de decretar el estado de cuarentena, impidiendo que nadie entre ni salga del lugar sin dejar sus huellas dactilares en el “caseto” de control correspondiente, aunque tampoco estaría mal que puestos así, reagruparan a todos los presos políticos vascos en esa localidad. Al menos sus familiares estarían más cerca de ellos.
“Queridos niños, respetados convecinos: en la primavera, el ánade salvaje vuelve a su tierra para las nupcias. Nada ni nadie podrá detenerlo. Si le cortan las alas, irá a nado. Si le cortan las patas, se impulsará con el pico como un remo en la corriente. Ese viaje es su razón de ser” (El comediante Fernando Fernán Gómez).
Epílogo: Todo esto acabará en la noche de los tiempos y mientras San Jorge echa su partida de cartas con el Generalísimo bajo la atenta mirada del cancerbero San Pedro, Fernando y yo estaremos calentitos en la caldera de Pedro Botero, descojonándonos de Iberdrola, que ya no podrá esquilmarnos en la factura de la calefacción.