La DANA y más de lo mismo

“Las autoridades no han estado a la altura de las circunstancias”, ese es el clamor que se escucha por todos los lados, especialmente entre los que están sufriendo las consecuencias de este fenómeno atmosférico que al decir de los expertos se producirán más, con la intensidad de este o incluso mayor. Nos estamos refiriendo a la DANA que ha sacudido parte de nuestra costa mediterránea. Quizá a esa opinión le falta el subrayado de “una vez más”. Y lo peor de todo es que esto, opino, no tiene solución porque vendrán más DANAS y estaremos repitiendo los mismos comentarios.

¿Cuál es el origen del problema para que los efectos de esta DANA que nos sacude sean gestionados de la forma en que se está haciendo ?. Pues bajo mi punto de vista la razón se encuentra en la forma en cómo se eligen a los políticos de cabecera por parte de los votantes a los que según Saramago “el cerebro les sirve para separar las orejas”.

Y una vez instalados en el poder estos primeros espadas, ¿cómo eligen ellos a sus segundos? ¿Por su probada eficacia y honradez, en los puestos de responsabilidad que anteriormente hayan ejercido? ¡No! Lo primero, por lo fundamental que es para ellos, es la fidelidad, no tanto a la ideología que profesa –que también– sino a su persona. Le sigue la docilidad en el desarrollo de las funciones que se le impongan, de forma que en ningún momento se les ocurra levantar la cabeza del plato y para cerrar la lista de las “virtudes” que deben adornar a estos colaboradores, es su probada capacidad para comerse una rana cruda todas las mañanas como aporte proteico de su dieta.

Entonces, una preparación académica adecuada al puesto a los que van a ser asignados, ¿no se tiene en cuenta? ¿Y su capacidad de gestión afilada por las cien batallas libradas, tampoco?. De su honradez mejor no hablamos por no molestar. Pues parece que no, que no van por ahí los tiros.

Pues de esos polvos salen los lodos que nos ocupan y esto bajo mi punto de vista no tiene solución, parece ser que es el precio que hay que pagar por vivir en una democracia en la que los dirigentes políticos son elegidos por sufragio universal. No deja de tener su aquél que ese sistema político fue ideado por las élites griegas para ellos – hace unos 2.000 años – y no para el resto de sus conciudadanos. De ella, Winston Churchill decía que “era el menos malo de los sistemas políticos existentes”, principio que en modo alguno garantiza que sea bueno.

Y en esas estamos… para rato, porque desde que el “homo sapiens” comenzó el desarrollo humanoide en el que estamos –y de eso han transcurrido ya del orden de 120.000 años– la humanidad no ha sido capaz de desarrollar un sistema político satisfactorio para toda la fauna que poblamos la Tierra. Debe ser que en este largo periodo de tiempo no hemos madurado suficientemente por lo que habrá que esperar a que esto ocurra. Así que, paciencia, amigos.

Salud

Rafael Hidalgo