
Este año la feria de San Blas de Abadiño se ha celebrado en domingo, seguro que los bares y el Ayuntamiento se frotaron las manos, al igual que la gente de los puestos por la cantidad de gente que podría venir. Además, la meteorología dio una tregua y salió el sol. Las previsiones se cumplieron y Zelaieta se llenó de gente, tanta que se hacía difícil andar por allí a partir de las 12 del mediodía.
Pero estoy seguro de que nadie pensó en los niños. Este año al ser domingo los más txikis no pudieron disfrutar con el colegio de una excursión a la feria (con la ilusión que hace perder un día de cole a esas edades) y nos perdimos imágenes tan características de San Blas como son los cordones o las rosquillas.
No vimos a esos niños dados de la mano por parejas detrás de la profesora alucinando con todo lo que les rodeaba; tampoco vimos esa clase que se pasean todos los alumnos agarrados a una cuerda para que no se pierdan entre el gentío; o el típico grupo que va con el cuaderno preguntando puesto por puesto porque la andereño les ha mandado hacer un trabajo (¡qué faena!); y no hay que olvidarse del niño que va probando todos los productos que ofrecen los puestos sin tener intención de comprar nada, mezclando chorizo con pastel vasco, miel con queso o jamón con pastel de San Blas (yo estaba en este último grupo).
Siempre he creído que una excursión de este tipo es muy positiva para los niños porque aprenden cosas que en la escuela es más difícil, ven a los artesanos tallando y comprueban que todavía hay gente que trabaja con las manos. También hay que destacar los animales, que los niños tengan contacto con ellos porque hay muchas veces que llegan a ciertas edades y no saben diferenciar entre una ternera y una oveja.
Los niños disfrutan siempre, por eso etoy segura de que todos los niños que hayan ido a la feria,han dsfrutado en familia y con la familia, de todo lo que alli habia, incluidos los cordones y rosquillas de San Blas
Yo vi a muchos niños, y también a algunas niñas, con sus padres y madres. Creo que está bien que se hagan, de vez cuando, esas salidas con las/los de casa.