La lucha por la vacuna

Son muchos los laboratorios de todo el mundo que se encuentran inmersos en la obtención de la vacuna para el COVID-19. Todos tienen el mismo frente común y todos con una gran presión para conseguir el ansiado trofeo, sabedores de los intereses económicos que hay detrás.

Mucho oímos hablar de los ensayos clínicos que se están desarrollando. Ahora mismo hay 9 vacunas en la fase III de los mismos. Una lucha entre China, Rusia, EEUU e Inglaterra. No es tan fácil conseguir la autorización de un ensayo clínico, en el caso de España es la Agencia Española del Medicamento y Producto Sanitario (AEMPS) quien lo debe autorizar. Antes de llegar a la primera fase de los ensayo clínicos los medicamentos y productos sanitarios han pasado ya por muchas pruebas preclínicas, pruebas químicas, biológicas, de toxicidad un vitro o estabilidad entre otras.

Tras haber anunciado a bombo y platillo que parecía que a finales de año tendríamos la vacuna de Oxford disponible, hoy nos enteramos de que se ha dado una reacción adversa en uno de los voluntarios. Esto ocurre porque en todo este tema se está yendo a dos velocidades, la política que está condicionada por acuerdos comerciales y la investigación que está condicionada por la realidad. El tiempo para sacar al mercado un medicamento en circunstancias normales son 5 años y en este caso se está intentando acortar al máximo, y ya se sabe que las prisas no son buenas. Ahora vuelve a tocar esperar, si bien ha sido un chasco debemos mirarlo por el lado positivo, esto indica que los ensayos clínicos cumplen su función.

Creo que flaco favor se nos hace generando falsas expectativas. Sabemos que la comunidad científica está trabajando sin parar, todo científico sabe que la ciencia es paciencia y que incluso de un mal resultado se aprende. Mientras que las industrias farmacéuticas ven el negocio los científicos ven el reconocimiento a su trabajo, ven publicaciones científicas con su logro, ven ser los responsables de salvar muchas vidas.

Lo que si tenemos claro es que cada vez queda menos para que llegue la vacuna pero dejemos a los expertos trabajar que ellos son los primeros interesados en llegar a la meta.

Mientras eso no llegue solo nos queda un llamamiento a toda la ciudadanía, en especial a los jóvenes aunque irresponsables hay de todas las edades. No caigamos en el juego de los negacionistas ni en las falsas informaciones porque esto no es ninguna broma.No se nos pide renunciar para siempre al contacto directo, a reuniones familiares, a cenas con la cuadrilla, a grandes juergas, solo se nos pide un poco de tiempo. Está lucha es de todos y necesitamos del civismo, responsabilidad y disciplina social y colectiva.

Jesica Ruiz es la portavoz del PSE-EE en Durango