Bilbao tiene su Guggenheim, Madrid su Cibeles, Barcelona su dedo de Colón que apunta hacia el Nuevo Mundo… Amorebieta-Etxano ha pasado en poco tiempo de una postal de su Ur Gozo, clásico, renacentista o rococó, aristocrático, a su Patata, obra de Andrés Nagel, primero odiada y desechada, pero devuelta a su lugar mediante un pleito y una sentencia del Supremo. Y que ha terminado por alzarse como postal de este pueblo con aires de ciudad…
La Patata marca el cruce de caminos, mejor diríamos el intrincado laberinto entretejido de vías férreas, autopistas y circunvalaciones que conducen a la meseta, a Francia, a Urdaibai…
A la Patata casi le hacen sombra Ur Gozo, esbelta y graciosa siempre rodeada de ciclistas en reposo y niños jugando con el agua o bebiendo en la palma de la mano, y un poco más lejos el viejo kiosco de la música, salvado de morir por culpa de un aparcamiento subterráneo que sigue medio vacío, y una espléndida Casa de la Cultura más Frontón más un futuro Conservatorio todavía en proyecto.
A más del encanto de su Ibaizabal que la rodea como un enamorado, Amorebieta se precia de su Parque de Nafarroa con avenidas y paseos y arboledas, más de un kilómetro al borde del río, elegantemente encauzado, cruzado por puentes y pasarelas.
Lástima que su condición de cruce de caminos, esa condición de la que da fe la Patata, y una planificación urbanística quizá poco afortunada y un tanto improvisada, como para salir del paso a base de parches, le hayan incrustado a Amorebieta-Etxano dos estaciones o apeaderos de vía estrecha, un trazado aéreo de Alta Velocidad por el sur, una circunvalación y una autopista por el norte, más una ruta hacia Urdaibai, una Central térmica en el oeste y una papelera en su frontera con Iurreta que de vez en cuando arroja sobre el casco urbano parte de sus humos, olores y vapores.
Lástima que el casco urbano se vea troceado por vías férreas, circunvalaciones, corrientes de agua, estaciones, cementerio y demás en repúblicas independientes con graves tapones que entorpecen el paso de unos barrios a otros y subdividen a lo que debía ser un núcleo urbano compacto en una suma de trozos mal comunicados.
Felizmente se han sacado del casco urbano todos las instalaciones industriales. No faltan propuestas de vecinos y técnicos para remediar en lo posible tanto dispersión, para reordenar la red comercial. Hay un PGOU en estudio… Muchos zornotzarras sueñan con un Amorebieta-Etxano confortable…
Honorio,
tan acertado como de costumbre. Gracias por tu inestimable aporte humano de constancia y coherencia.