Las témporas

Habiendo diseccionado ya “el culo”, cuya configuración facilita bastante el trabajo, hoy toca hablar de “las témporas”.

Me fastidia mucho comentar sobre temas de origen religioso, pero toda esta pesadilla comenzó cuando alguien a quien se denominó Todopoderoso  sentenció a un tal Adan, de cuya costilla nació Eva, a ganar el pan con el sudor de su frente.

A partir de ahí, fue creciendo la leyenda y de aquellos vientos surgieron estas cosechas y las consiguientes celebraciones que dan título a este artículo de opinión.

En esas estábamos inmersos, y también en aniversarios de bombarbeos de nuestra villa y de Gernika, en la Semana Santa y en el Aberri Eguna sin percatarnos de una noticia surgida en un país europeo: Islandia legislaba un estándar de igualdad para combatir la brecha salarial de género, implementando esta medida para el año 2020 y que conseguirá poner fin a la desigualdad salarial para 2022.

Pero posiblemente durante las témporas de primavera estuviéramos programando ya el viaje y destino de nuestras vacaciones y, entre procesiones, arengas patrióticas y conmemoraciones varias, se nos pasó desapercibida la buena nueva, al menos para las ciudadanas islandesas, que no está mal para empezar.

El próximo invierno, quizás una corriente de aire frío del norte pudiera hacer llegar a nuestras costas este virus y que fuera tan contagioso como la maldita gripe, para que tanto centros y servicios públicos así como empresas, vayan tomando nota de que tendrían que ir preparándose a ceñirse a unas reglas y directrices para solicitar una certificación de igualdad de salarios.

Mientras tanto, por estos pagos, lo más asociado a la palabra “estándar” es un equipo de fútbol belga, que de eso entendemos todos un rato largo y además resulta tema de recurrente conversación.

En lo que se nos apague el bronceado y la no recomendada canción del verano haya pasado de moda, algunas de nuestras instituciones se tendrían que poner manos a la obra para dejarse de coplas (tiene que ser agotador, escuchar, traducir y clasificarlas) y se centren en cuestiones de tal relevancia como, por ejemplo, una propuesta de ley que nos convierta en el segundo país del mundo en equiparación de sueldos.

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.